Capítulo cuatro.

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Después de todo aquello, Louis decidió irse a su casa, no antes sin aceptar el trato que Harry le ofreció. Al castaño le pareció una auténtica locura, y no solo porque tuviera una novia y se sintiera pésimo y culpable, sino porque nadie sabría nada y tendrían que ocultar la atracción que sienten entre ambos. Todo hubiera sido más fácil si aquella noche Louis no hubiera aceptado ducharse junto a él, se repetía el castaño constantemente. Tal vez hubieran dormido como los amigos que siempre habian sido, o, tal vez, el destino querria juntarlos por alguna extraña razón y hubieran acabado de la misma manera.

El ojiazul volvió a su casa, y pasada la tarde, cenó con su familia y se fue a dormir, pensando en como deberia actuar al siguiente día.

Nervioso y confundido estaba aquel chico que intentaba dormir pero aún así le era imposible.

"Llámame si no puedes dormir" Aquella voz sexy de Harry se le cruzó por la mente. El castaño negó riendo nervioso e incredulamente.

"¡Que auténtica mierda!" exclamó, mientras se colocaba su almohada encima de su cara. "Harry, solo quieres que me vuelva loco, te odio joder"

Y pocos minutos después, Louis ya estaba roncando y sumergiendose en sus sueños.

Por parte de Harry, todo era una pesadilla. Se encontraba en su cama, sentado, apoyado en la cabecera de aquella, llorando desconsoladamente, mientras olia aquellas telas que cubrian su cama, las cuales aún olian al perfume de su amigo.

En otra situación, el ojiverde ya hubiera llamado a Louis, para que lo hiciera feliz aquella noche, puesto que estaba hecho una pocilga, como aquel mismo le dijo aquella misma tarde, mas no lo hizo, pues su problema seria el mismo al quien llamaria.

Poco a poco se fue tumbando en la cama, aún llorando como si de una fuente se tratara. Aquel apretó aquellos trapos viejos que cubrian su cuerpo, oliendolos por su aroma, mientras aquella ansiedad y dolor se consumia durante el tiempo. Se quedó dormido...Sufriendo, aquel chico adolorido se quedó dormido.

Harry se despertó con un dolor de cabeza realmente horrible, cuando intentó levantarse casí cayó en el intento, pues le dolia tanto que hasta la poca luz solar que entraba en su habitación con las cortinas del todo puestas, le molestaba. Se dirigió al baño y se vió en el espejo. Se asustó de él mismo y bajo la vista hacia el lavabo para poder lavarse las manos, que le sudanan ya de buena mañana, por su estado nervioso.

Se vió horrible puesto que sus ojos lucian hinchados y rojos, su cuello amoratado por el casi asesinato por causa de axficcia que le provocó Louis al agarrarle fuerte en el cuello el anterior día. Cualquiera que le viera el cuello se preguntaria si alguien lo maltraba o si aquel chico habia intentado suicidarse con una cuerda, pero solamente eran las lujurias de dos adolescentes hormonales.

Louis, se levantó bien, aunque un poco cansado, ya que se habia despertado bastante en la noche. Realmente estaba nervioso, pero mentalmente queria negarlo.

Los dos se prepararon para ir hacia al instituto, los dos chicos despidiendose de su madre y caminando hasta el infierno. Un lugar muy común, donde los adolescentes vivian cinco dias a la semana y seis horas por lo menos.

Ambos se vieron al llegar, caminado hacia la entrada, llegando desde diferentes direcciones.

"Hola" dijo Louis primero.

"Hola" respondió secamente. Louis lo miró de arriba a abajo sin querer, mientras que el rizado veia como los demás iban llegando.

"Hola Louis" aquel irlandes siempre estaba sonriendo "Hola Harry" le dió un golpecito amistoso en el hombro "¿ya volveis a ser amigos? Digo, vosotros dos"

Temporary fix | smut larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora