12 de Agosto
Es lunes, acabo de iniciar clases después de unas largas vacaciones. Llegue al salón que me correspondía y lo primero que hice fue reunirme con mis amigas. No las había visto desde ya hace unas semanas debido a que había estado en casa de mis abuelos para ver a la familia. Como todos los primeros días de clases, todos murmuraban mientras los profesores hablaban y hacían la presentación típica de principio de semestre.
Priscila me conto que conoció a un chico en vacaciones y que le había encantado tanto que intentaría ahora si algo serio con él, aunque como es de que cambia de novio como si cambiara de zapatos, no creo que lo haga. Renata comento que se fue a la playa con sus primos y que aquel viaje había caído de maravilla.
Para mí las vacaciones no fueron tan emocionantes como a muchos del salón. Para mí cada verano era solo recordar aquellos momentos bellos que un día viví con un ser especial. Sé que te dije que hablar de Santiago no era un tema relevante y que quizá no sea tan importante, pero últimamente como que lo pienso mucho. Es algo confuso. Pienso en él cuando los otros están hablando de fiestas o de futbol, cuando camino regreso a mi casa, cuando leo mi libro favorito o escucho las canciones que solíamos escuchar juntos. Siento como si de nuevo estuviera en sus brazos cuando estoy triste o viviendo un momento demasiado feliz. Quisiera compartir de nuevo cada momento especial que tengo junto él y revivir una vez más las veces cuando íbamos a su casa y solía tocar el piano mientras yo veía sus hermosos ojos color miel.
A lo mejor Santiago aun no es pasado en mí. Yo lo mantengo presente aun que no sea físicamente a cada rato en que lo imagino aun conmigo. Quisiera que me dijeras como se puede superar a una persona que te mantuvo tan viva. Puede ser que pienses que soy una típica niña traumada en cosas del amor, pero no es así. Acabo de empezar a escribirte y siento como si ya nos conociéramos de siempre, por lo que sé que no soy la única persona que se ha sentido así. Probablemente tú te has sentido así.
Te estoy mareando contándote pero ni siquiera te he dicho que fue lo que paso con él. Santiago es un chico alto, con cabello obscuro, y una mirada que enamora en minutos; es amante de tocar el piano y de socializar con las personas ya que es ese tipo de hombre al que no le cuesta nada de trabajo ganar tu confianza. En verdad es muy guapo y seguramente si lo conocieras serían bueno amigos.
Lo conocí un viernes en la noche, era Noviembre y estábamos en una fiesta de amigos que tenemos en común. Yo me encontraba sentada en un sofá debajo de un enorme árbol en casa de Joaquín (El entonces novio de Priscila), cuando de pronto sentí que alguien toco mi hombro y me dijo que si se podía sentar a mi lado; yo sin pensarlo le conteste que sí y comenzamos a platicar. Me conto sobre sus intereses como el de tocar la guitarra y el piano, de leer para otras personas, de montar a caballo o viajar en carreta conduciendo un mustang de 1966 que aun poseía su abuelo. Fue algo mágico al instante. Normalmente soy una chica que no habla mucho, pero con él me salieron las palabras hasta por los codos.
Como era viernes al día siguiente no teníamos clases, por lo que me invito a salir. Yo le pregunte que si era una clase de secuestrador o algo parecido, pero mientras se reía me contesto que no, por lo que yo le conteste que bajo las circunstancias mi respuesta a la invitación era un sí.
Me llevó al día siguiente a un café donde platicamos durante horas y horas. Siento como si nos hubiéramos conocido por completo en ese par de días. Realmente nunca imagine poder llevarme tan bien con alguien tan pronto. Pasaron unos meses y la amistad creció tanto que se convirtió poco a poco en algo más y finalmente un 10 de Abril nos hicimos novios. Fue algo extraño pero hermoso. Comenzó por decirme que le gustaba alguien muchísimo y yo muriéndome por dentro pensando que le gustaba alguien más, le dije que debería intentar decirle a esa chica lo que sentía. Tomó su celular y me marcó a pesar de que estuviéramos a lado; le hice un gesto de sorpresa y contesté. Me saludo como lo hacía cada vez que hablábamos por teléfono y comenzamos a platicar. Fue algo tan raro porque estábamos en el mismo lugar, pero de pronto escuche cuando me dijo: “Estaba platicando con una linda señorita y me dijo que debería intentar decir lo siento hacia una persona muy especial, llegue a la conclusión que debo hacerlo… Te quiero y me gustas mucho”. En ese momento el celular se me cayó de las manos y lo mire fijamente a los ojos confundida. Él me confirmo que yo era esa persona especial y que quería intentar algo conmigo. Sin pensarlo como aquella vez a la que le dije que si quería salir con él, le contesté que sí quería ser su novia, por lo que así comenzó nuestra pequeña historia.
No se como la mágica de repente se fue. Santiago es del tipo de personas a las que le gusta disfrutar cada momento que tiene con vida y siempre estaba en busca de una aventura nueva; podía sentirse indestructible y capaz de lograr lo que se ponía por objetivo. Comenzó a meterse mas y mas en el mundo de la musica y yo en mis estudios. Cada vez nos veíamos menos y las cosas se comenzaron a complicar. Estaba consiente de que en verdad me quería tanto como yo a él, pero de pronto comenzó a actuar mas distante y se fue alejando poco a poco. No sabia que era lo que estaba haciendo mal; me hacia sentir cosas que nunca había sentido y de pronto se alejaba de mí. No entendí nunca sus razones por las cuales se fue de mi lado pero aun así tampoco lo cuestione. Con motivos inexplicables de pronto un día todo lo nuestro se había esfumado.
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Dia tras dia.
RomanceEmma últimamente se siente solitaria, puede estar con mil personas en una habitación, pero en su interior siente vacío. Ha estado así desde hace unas semas, donde se dio cuenta que no ha olvidado por completo a Santiago. Esta es la historia de una j...