Cuando eres una relegada, un bicho raro, y solo tienes 17 años, el mundo es una mierda, sobre todo el colegio. Así se sentía Naomi. Siempre, desde que tenía memoria, la gente a su alrededor la había humillado y burlado con saña.
El ambiente escolar era una completa tortura, pero bien valía la pena levantarse cada mañana si le daba la oportunidad diaria de contemplar al chico más atractivo que había visto en su corta vida. León era su nombre y era un completo idiota, pero uno bastante sexy y al igual que los demás, en el mejor de los casos, solía ignorarla o tal vez le hablaba para pedirle algo.— ¿tienes la tarea de química... Nao?
El salón se inundó en carcajadas. Tecnicamente no había nada de gracioso en que la llamaran 'Nao', era un apodo lógico debido a su nombre, pero para sus multiples acosadores era aún más lógico cantar a coro una patética canción malisiosa que llevaba más de 10 años persiguiendola:
'Nao cara de ano,
bruja piruja de pelo de paja.
Te mira, te embruja
y de un pedo te mata'No era una burla muy ingeniosa, pero es que no se le puede pedir más a la mente de unos niños crueles, aunque si se podría exigir que por lo menos tuvieran la descendencia básica de invetarle una canción más acorde a la edad que tenían ya o por lo menos remasterizarla, pero eso ya sería demasiado para mentes tan mediocre.
Naomi nunca había sido cercana a nadie y no tenía por qué, la gente no le gustaba, sensillamente sentía que nadie le inspiraba confianza. Tuvo un amigo una vez hace mucho tiempo, pero las cosas no terminaron bien y de todos modos ella apenas lo recordaba.
Retomando el tema principal, quien la había llamado era el chico por el que ella suspiraba, León schultz era un tipo tan atractivo que hacía temblar la tierra con su sola presencia. Su apariencia hacía honor a su nombre, con una larga melena dorada imponente y masculina. Él miraba a las mujeres como si fuera un depredador en cacería, pero a su alrededor tenía un aura de nobleza, particularmente la musculatura estilizada de su cuerpo le daba un aire de príncipe azul. Tan atractivo era, que para Naomi, verlo se había convertido rápidamente en uno de sus pasatiempos favoritos. Lo observaba siempre que podía, durante el receso, mientras jugaba al fútbol e incluso mientras besaba a su preciosa novia de ensueño. Naomi mantenía sus ojos pegados a su figura, soñando con él y naturalmente moría de celos.
Pilat no solo era popular, ella era deslumbrante. Pilat García Lynch era todo lo que Naomi quería y jamás podría ser. Los García Lynch eran una familia numerosa y bien posicionada de banqueros, una familia modelo de la alta sociedad. Pilar era probablemente uno de los grandes orgullos de la familia. Ella era hermosa e inteligente, su voz era dulce y melodiosa, su sonrisa era perfectamente equilibrada y cuando sus ojos te miraban parecían hechizarte. Ella rebosaba carisma y tranquilidad, ella siempre estaba segura y todo le resultaba. Su figura era delgada y sus movimientos elegantes, no había una chica más sofisticada que Pilar. Absolutamente todo en ella despertaba en Naomi la más arrazadora envidia.
Ciertamente eran una pareja perfecta en absolutamente todos los sentido. Pensar así lastimaba a Naomi, sentía como mil cuchillos clavados en el corazón, pero debía afrontar la realidad. Aveces se forzaba a mirarlos y se torturaba con dolorosos pensamientos.
«¡Mirá! Ellos viven en el mundo brillante, ese mundo al que no perteneces y no pisarás jamás en tu vida... no te confundas, la única forma en la que tu podrías encajar con ellos sería como su sirvienta ¡despierta, tonta!»
Las películas suelen romantizar la pobreza, te muestran que con mucho esfuerzo y sacrificio se puede vivir bien, o que en su defecto llegará un tipo rico y te sacará de la miseria cual cenicienta. Pero Naomi no era cenicienta, ella sabía muy bien que no le serviría de nada tener esas estúpidas fantasías y conocer esa realidad tan claramente la hacía sentir un poquito mejor, como si fuera superior a todas esas chicas que babean y se desvivían imaginando que si León dejaba a pilat, seguramente caería rendido por una chica común, buena y humilde, un poco torpe pero con un "algo especial" que la distinga de otras chicas, justo como dictan todas las películas románticas.
ESTÁS LEYENDO
La encantadora Naoimi Vera
FantasyEl bullying llegó demasiado lejos cuando casi matan a Naomi por una broma pesada. Tendría que haber muerto pero volvió con asombrosos y macabros poderes buscando venganza.