Tamara
Termino de cerrar la cremallera de la chamarra y me miró al espejo una última vez pensando que no me veo tan mal.
La puerta de mi habitación suena con alguien del otro lado pidiendo entrar pero como es costumbre, mi madre entra sin haber recibido una aprobación de mi parte.
—Mi niña— Me observa de arriba abajo tratando de encontrar algún defecto o algo que la haga preocuparse.—¿Estás lista?—
"No"
—Si—contesto suavemente con un amago de sonrisa, no quiero que una de mis tantas inseguridades la hagan cambiar de opinión después de que me costó tanto convencerla.
Sé que estoy lista, sé que podré hacerlo y sé que está no será la última vez.
¿Verdad?
—Vamos, a desayunar— me hace una última inspección para después retirarse de mi cuarto.
No recuerdo cuando fue la última vez que estuve sola afuera, lejos de la protección de las cuatro paredes de mi cuarto.
Afuera...
Hago lo posible por apartar los pensamientos negativos, todo estará bien, no va a pasar nada.
Suelto un último suspiro y me voy de mi cuarto escaleras abajo.
Un rico olor a café caliente y hot cakes recién horneados me invaden apenas pongo un pie en la pantalla baja.
—Buenos días Tamara— La voz de Lian me llega como caída del cielo y sin darme cuenta, me relajo.
—Hola— Contesto y ella me sonríe como si yo lo mereciera.
"Pero claro que lo mereces Tamara"
Tomar el desayuno fue lo mas pesado, pero fue aún mas pesado cuando llegó la hora de irnos.
Ambas nos paramos en la puerta esperando que mi mamá lo entendiera.
Entendiera que no quiero hacerlo, que estoy a salvó en casa.
Pero eso no paso, Lian tomo mi mano, ella pasó por el umbral tirando de mi, el corazón latía rápido en mi pecho.
"Tranquila Tamara, solo hoy"
"Todo está bien"
Al fin después de 2 años de tratamiento en casa, tenía que salir al mundo real, a enfrentarlo de nuevo.
Con un nudo en el estómago pero sintiendo un gran logro, camino con Liam rumbo a la escuela.
Cómo debe hacerlo cualquier chica normal de mi edad.
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Tamara's world
ФэнтезиTamara no es una chica normal, ella vive todos los días con miedo, dentro de su propia casa, vive en una ilusión en la que la única persona de fiar, es Caleb. Así Caleb no va a rendirse hasta salvar a su Colibrí.