Me he quedado dormida, en realidad parece haber pasado mucho tiempo, el bus esta cerca del paradero donde debo bajar.
Pienso en él, en Franco, y como un rayo de luz, tengo la proyección en mi mente a un chico de ojos marrones.. de ojos marrones profundos, hermosos, claros, y encantadores.. de aquel chico que me levantó .. si.. Hans.
De pronto siento que mis pensamientos no deben fijarse sobre él, sino en Franco, el hombre de mi vida, el amor más puro que he tenido, lo extraño, estos 7 meses sin él han sido penosos, desastrozos, e incluso muy insoportables en las noches, no sé qué deberia hacer para ya no tenerlo en mi mente siempre, la verdad es que no quiero, no quiero sacarlo de mi mente, y aunque quiera, primero tendría que sacarmelo del corazón.
Es mi paradero, le pedí permiso al chico que aún estaba a mi costado y bajé. Camino dos calles para llegar a casa, mientras voy caminando veo a dos mujeres a punto de llevarse a la boca una cucharada de helado, quizá no sea un alimento que pueda saciar mi apetito, pero se me deshace la boca, tengo mucha hambre ..
Saco las llaves de la cartera y entro.
Veo a mamá sentada en el sofá y le digo:
- Hola mamá
- Hola Dein
- ¿Que hay de cenar?
- Salmón y ensalada de papas
-¿Es en serio? ¿Salmón? Ay mamá
- Es lo que hay, no seas caprichosa y come, no es por darme creditos pero me salió muy bueno.
- Vale, ahora yo tengo que comer salmón- digo haciendo pucheros
- Lo dices como si no te gustará - dice burlándose
-Lo detesto, pero tengo hambre, asi que pueda que le de una oportunidad
Cojo un plato y pongo ahí el salmón que acabo de sacar del refrigerador, lo llevo al calentador y pongo 3 minutos, espero sea suficiente, muero de hambre... Mientras, voy sirviendome un poco de ensalada de papas, suena el calentador y saco el salmón, huele delicioso, para ser salmón. Me siento en la barra que esta en la cocina y veo desde aqui la televisión del salón donde esta mamá, Grace es amante de las películas de acción con romance incluido.
Me llevo una cucharada a la boca, la verdad que a Grace le quedó muy bien, posiblemente llegue a gustarme el salmón.
- Te quedo muy bien -digo sonriendo
- ¿Lo ves? Deberías de darle una oportunidad a cada cosa que no te gusta.
- Lo dices como si fueran muchas
- Porque lo son nena - se dirige hacia mi y me guiña un ojo
Me gusta lo juvenil que es mamá, es una de las cosas que amo de ella, no porque me gusta que este a la "onda" sino, porque de alguna forma, sabe que necesito mi espacio. Y la verdad, es que hay cosas que no me gustan, bueno, comidas que no me gustan. Termino de comer y me dirigo hacia el fregadero, lavo mi plato y me voy hacia mamá, me hecho en sus piernas y ella acaricia mi cabello.