Shirley
Ya había pasado algunas semanas desde navidad, y año nuevo, mi bebé es muy inquieto, ya se me empezó a notar un poco más mi barriga.
Si mí familia antes era apegada a mí, ahora con la noticia aún más. Hoy tenía cita por qué me iba a hacer un cambio de look, todos en mí casa habían salido, no sé ni a donde.
Tocaron el timbre y fuí a abrir.
-¿Qué haces aquí? - me encontré con Iván en la puerta.
-Vine a saludarte-sonrío
-Pasa-me hice a un lado para que entre.
-¿Estás sola?
-Sí, y ni siquiera me avisaron a donde se fueron los demás-me senté en el sillón.
-Qué mal, vas a salir o algo así?
-Sí, tengo una cita.
-Se puede saber quién es el afortunado.
-No tonto de ese tipo de citas no-rodé los ojos riéndome-tengo cita pero para pintarme el cabello y eso.
-Ah perdón-se rasco la nuca.
-Una pregunta ¿Cuántos años tienes?-pregunté.
-Tengo 21 y tú?
-19.
-Estás chiquita todavía.
-Ajá y con un bebé ya-reí.
-Y su papá, el papá del bebé.
-Amm él, no quiero hablar de eso , no estamos juntos.
-Pero, ¿él lo sabe? Qué tienes un hijo suyo.
-No claro que no, esté bebé es mío, a él no le importa.
-No quieres un padre para él, puedo ser yo-bromeó.
-Jajaja no así estoy bien.
-Eres muy bonita.
-Gracias, creo.
-Y sabes como le vas a poner a él bebé.
-Aún no he escogido un nombre, de hecho ni lo he pensado, siempre lo llamó bebé,mira en éste momento se está moviendo.
-Puedo tocar-señaló mi panza abultada y asentí.
Sentí sus manos tocar mi panza con delicadeza, estaba muy cerca, levanté mi cabeza y vi que me estaba mirando, estábamos muy cerca él uno al otro, tanto que sentíamos nuestra respiración chocar,cuando me iba a besar, me dieron muchas ganas de ir al baño.
Me levanté de ahí y fui corriendo al baño.
-¿Estás bien?¿te pasó algo?
-Sísi solo me dieron ganas de hacer pipí.
-Oye crees que me podrías llevar a lo de él cabello, es que mí madre se llevo mi auto y...
-Sí claro yo te llevo.
En el camino íbamos en silenció.
-¿Qué tipo de canciones te gustan? - Iván interrumpió el silencio que se había producido.
-En realidad me gustan de todas, excepto rock.
-Cómo no te va a gustar el rock, bueno mejor no digo nada porque yo tampoco lo escucho-rió, su risa es tan contagiosa que yo también me reí.
Al llegar a mi destino, me despedí con un beso en la mejilla de Iván y un gracias.
La señora que me estaba atendiendo era muy simpática, me platicaba de las locura que le pasaban aquí con las clientas, incluso me contó qué una vez una clienta estaba apuntó de demandar aquí solamente porque había tardado un poco más de lo esperado.
Al salir, le marqué a mi mamá y me dijo que mi primo me vendría a recoger.
