❀ 14'

248 38 3
                                    

❀

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Qué era Han JiSung para ti?

— Mi todo.

Caí a la banqueta, Felix y SeungMin me siguieron, se volvieron aferrar a mí, decían que lo sentían mucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caí a la banqueta, Felix y SeungMin me siguieron, se volvieron aferrar a mí, decían que lo sentían mucho... No lloré en ese instante, no lloré, sólo comencé a recordar todo, la llamada, su sonrisa, su voz, su rostro, su calidez, sus colores y su manera de ser... Luego me di cuenta que jamás volvería a tenerlo.

— No pude...

Como pude me paré y caminé hasta la casa de JiSung, lo primero que sucedió fue que su madre se abalanzó en mí y me pidió perdón, me dijo que su hijo la había abandonado, al igual que a mí. Lloró, lloró tanto que me lo contagió, sus sollozos y gritos eran tan dolorosos que mi pobre corazón no lo aguantó más. Lloré en los brazos de la mujer que le dio vida a mi eterno amor, lloré en los brazos de la mujer que él más amó.

Al verlo ahí, dormidito en su cajón negro, sentí tanta impotencia, tanto dolor, que sin dudarlo un poco, golpeé el cristal; grité las palabras que jamás pude decirle por mi cobardía. Grité que lo amaba, que me gustaba mucho y que despertara para que pudiese hacerlo feliz.

Pero no hubo algún movimiento, ya no había vida en él, ya no había nada.

Las personas se me quedaban viendo tristes o asombradas, pero aquello no me importaba, lo único que quería era que mi JiSung despertara y me abrazara, que se quedara conmigo para siempre.

Pero, nuevamente, eso no pasó.

JiSung se había colgado en su cuarto, se había suicidado con una horrible soga; su vida dependió de una cuerda gastada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JiSung se había colgado en su cuarto, se había suicidado con una horrible soga; su vida dependió de una cuerda gastada. Su vida acabó en tan sólo minutos, una muerte solitaria y desesperante.

Quería abrazarlo, quería besarlo y decirle que quería tenerlo siempre conmigo, quería sacarlo de esa caja y hacerlo despertar. Pero no pude hacerlo, lo juro, no pude hacerlo por más que grité y supliqué. No pude volverlo a la vida, no pude volver a ese JiSung sonriente y lleno de un abrumador corazón vibrante.

Antes de que me llevasen a mi casa para poderme calmar, le pedí a su madre que me permitiera abrir su cajón para poder despedirme y colocarle el collar que me había pedido en la madrugada, ella me lo permitió. Y lo hice, le coloqué el collar, besé su frente y puse mi oreja en su corazón, quería comprobar que seguía ahí conmigo, quería sentir o escuchar siquiera un latido para poder sonreír y darme cuenta que sólo era un mal sueño, pero no, no hubo latido, no hubo nada.

Volvieron a tapar su caja, volvieron a sellarlo, ya no había un Han JiSung.

Para JiSung no había felicidad, a pesar de sonreír y estar con nosotros, él no tenía una pizca de felicidad; pero al contrario de él...

Han JiSung era, es y será mi felicidad.

mi felicidad ❀ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora