Por primera vez en muchos años, Xie Lian no estaría solo durante navidad. En esta ocasión, sería acompañado por Hua Cheng. Sin embargo, un juego que empezó por diversión entre ellos, terminó en un desastroso desenlace; cuando el gran lobo vio al peq...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
OSinspirado en el arte de STARember.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El marquesado de Flores era un territorio pintoresco y próspero situado en la frontera. Sin embargo, durante la llegada del invierno, todo el pueblo quedaba sepultado en nieve.
En ese momento, un joven de apariencia gentil y amable, se encontraba ayudando a limpiar la nieve de los tejados de madera y los caminos apedreados en una villa situada a las afueras del pueblo. Este lugar estaba habitado mayormente por ancianos y niños que no estaban capacitados para trabajar en los campos. Como tal, los niños y las personas mayores no eran aptos para hacer este tipo de trabajos pesados, por lo que esta tarea lógicamente paso a manos de los pocos jóvenes que residían en el lugar.
Xie Lian era parte de esos pocos hombres jóvenes que vivían en esta villa.
Naturalmente, Xie Lian ofreció ayuda a todo el que la necesitara. Por lo tanto, había estado trabajando bajo el frío durante la mitad del día. Cuando dieron las cinco de la tarde, él estaba un poco cansado, pero no era algo que diría en voz alta; al final, fue él mismo quien se había ofrecido a trabajar de más y cortar leña para las chimeneas de estos mayores y, además, no se arrepentía de ayudar a sus vecinos. Todas estas personas habían sido muy amables con él desde su llegada a la villa. E incluso, recibió ayuda de los otros pocos jóvenes y luego de varios hombres que fueron enviados bajo la benevolencia del marques para ayudar.
Después de la llegada de estas personas bajo el servicio del marques, el trabajo se aligero, así que Xie Lian pudo haberse detenido y volver a casa para descansar, pero aún así decidió seguir trabajando. Era noche buena y originalmente su trabajo para ese día tan solo era darles clases a los niños del orfanato durante la mañana, este era su verdadero trabajo, pero al ver como la nieve estaba arropando a estos pobres ancianos, no pudo hacer de la vista ciega e ir a casa.
Cuando finalmente cada casa tuvo provisiones para pasar el frío y la nieve ya no cubría sus puertas, Xie Lian se sintió satisfecho y decidió dejar el trabajo restante en manos de los otros jóvenes.
