Estamos en un restaurante chino, todos sentados en las mesas, con comida en frente nuestra, pero sin comer, mirando a la persona que esta sentada delante, tan tiesa como nosotros.
De repente, entran al restaurante una familia, son tres y estan muy gordos. Se les acerca la camarera y dice:
-¿Cuantos para comer?- una sonrisa maliciosa aparece en su rostro, mientras que los tres se miran entre si.
-Tres por favor.
-¿Cuales?- vuelve a preguntar la camarera.
-Yo quiero esa- dice el niño señalando a una pequeña niña con un vestido rosa. En ese momento, el cocinero sale de la cocina y saca una pistola le dispara a la cabeza, y se la lleva a la cocina.
-Yo ese.- dice el padre y señala al hombre que esta justo enfrente mia. El cocinero vuelve a salir, pero esta vez con un hacha en las manos, y le decapita.
-¡Pues yo ese!- chilla la madre al ver a una mujer de pelo negro y bastante alta. El cocinero esta vez se la lleva a la cocina arrastrándola, sin matarla antes, ya que el sabe exactamente cuales son los gustos de ellos. Se escuchan los gritos de la mujer durante unos minutos, mezclado con el crepitar del aceite ardiendo.
Minutos después, el cocinero sale con unas fuentes cubiertas. Llega a la mesa donde esta la familia y destapa los platos, dejando ver los brazos y piernas de la niña, para el menor; la cabeza del hombre, cubierta de sangre, para el padre, y el cuerpo de la mujer sin extremidades ni cabeza, para la madre.
-¿Sabes por que me gusta tanto este restaurante?-pregunta el padre, a lo que la madre niega con la cabeza.- Por que la comida siempre es muy fresca.
