XLIV

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En el cumpleaños de Mina, incluso la mayoría de sus familiares de Japón aparecieron en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.

La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse más y más de gente, de regalos y bandejas de comida que su madre, junto con la señora Son, se encargaban de preparar en la cocina y ofrecer a todos.

Mina notó a Chaeyoung incómoda con cada persona que entraba, más gente nueva y que no conocía, y vió cómo su novia se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaba cada vez más fuerte para que se pueda escuchar.

Dahyun y Momo se quedaron todo el tiempo junto a la chica muda, Mina no podía pasar mucho rato con ella por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde tan lejos por ella.

Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar el feliz cumpleaños para Mina, Chaeyoung sólo podía cerrar los ojos con fuerza y ​​tratar de controlar sus temblores. 

No entendía bien qué le pasaba, pero toda esa gente la abrumaba, no le gustaban las multitudes, y tampoco que le robaran tanto tiempo con Mina. 

La muda no escuchó cuando Momo preguntó si estaba bien, y tampoco cuando Dahyun anunció que iría a buscar a Mina, sólo sintió cuando esta se inclinó hacia ella, mirandola con preocupación, y Chaeyoung sólo pudo abrazarse a su cuello como un koala.

Mina decidió ir hacia afuera, invitó a Dahyun y a Momo para ir con ellas, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y prefirieron quedarse. 

Así que terminaron ellas dos, con Mina sentada sobre el césped del patio y Chaeyoung sentada sobre sus piernas, quién no dejaba de abrazarla, escondiendo su rostro en su cuello.

— ¿Te da ansiedad tanta gente? –preguntó Mina, Chaeyoung asintió. 

La cumpleañera dejó caricias en su espalda y besó su cabeza, hasta que la muda se sintió mejor y se apartó un poco para mirarla, y sonreír ligeramente. 

Por su cuenta, Chaeyoung se acercó de Mina para dejar un lento y cariñoso beso en sus labios, haciendo ruborizar a ambas, al separarse, Mina sólo pudo sonreír.

Chaeyoung movió sus manitas, en signos que Mina le había pedido a la señora Son que le enseñara, sabiendo que su novia los haría en algún momento. 

"Feliz cumpleaños"

Mina tardó un momento en responder, alzando su mano con inseguridad.

"Gracias" dijo, con el gesto lento por la duda.

Chaeyoung sonrió y asintió, haciendo entender que lo había hecho bien. 

Continuaron en silencio un largo rato, Chaeyoung no tenía su cuaderno, y Mina, por más que estaba aprendiendo las señas, no sabía las suficientes para entablar una conversación.

Así que solo se encargaron de disfrutar el silencio, y de la otra, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Mina desde la cocina.

Mute ; MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora