e aproxima la media noche y con mi soledad hago sinfonía con mi existencia, lluvia de sueños cubren mi cabeza contempladas desde la austeridad, lluvia de emociones binarias rodean mi cabeza al son de mis pasos tentativos y descalzos, observo la eminencia del unísono aritmético de la estrella reluciente, que hace efectuar la melodía más orgánica y simbiotica de la teoría musical, cual vagabundo ahogando sus penas en aguas ardiertes, meneo mi cadera y compongo en mi ilustrada mente una escala pentatonica que el unísono admira, la hermosura de su belleza efímera.
Mis pasos cuelgan en el espacio por cada retumbar de mi obra, ahogo mis emociones con la luz de la estrella y dejo mi alma al criterio de afrodita, con esperanza que me bendiga con su belleza al verla desde un plano astral.