María

170 19 11
                                    

La llegada a mi casa fue desastrosa, mi madre se encontraba esperándome en la puerta con una mano en la cadera y el ceño fruncido. Daba igual lo que le dijera, ella ya estaba decidida a darme un sermón, lo sabía. Sabía que la había preocupado a tal extremo en el que ni mi padre se atrevería a intervenir.

No pretendía defenderme, porque no había posibilidad de salirme con la mía, pero tampoco tenía intención de quedarme parada frente a ella mientras me soltaba el sermón del siglo por algo que había pasado si querer.

"¿Dónde crees que vas? Aún tengo que hablar contigo"

Ignoro sus regaños y paso directamente hacia el interior de mi casa, dejando mis zapatos en la entrada y dirigiendo mi cuerpo en busca de las escaleras que tanto llamaban mi atención en estos momentos. 

Al llegar a mi cuarto, me tiré directamente sobre la cama. Había cerrado mi cuarto con llave y aún podía escuchar los gritos de mi madre a través de la madera. 

Pasados un tiempo, dejé de escuchar nada y me quedé dormida en una posición que seguramente no sería buena para mi cuello. Definitivamente, no era buena para mi cuello porque a la mañana siguiente me desperté con tortícolis y dolor de cabeza.

Al salir de mi cuarto y encaminarme a la cocina, me encuentro con mi padre, que con un gesto de negación me da entender lo decepcionado que está. No puedo evitar sentirme culpable, sé que los preocupé, pero tampoco es como si me fueran a dar la oportunidad de explicar lo ocurrido ni de justificar mi tardanza. Lo único que veían era que habia obrado mal y para ellos era como si lo hubiera hecho a proposito para enfadarlos o como si mi unica intención fuera causarles dolores de cabeza.

"Buenos días, papá."

"Buenos días."

Ni se digna a volver a dirigirme la mirada, tan consumido por mi madre hará cualquier cosa que ella le diga.

Termino de bajar las escaleras para encontrarme con mi madre preparando unas tostadas.

"Buenos días, mamá."

No me mira, no contesta, sigue a lo suyo. Voy a coger un plato con dos tostadas cuando lo quita de mi alcance y pone un bol con abena y un yogur en su lugar. Levanto la vista, pasmada, y noto como mi boca se abre lentamente. ¿Acaba de hacer lo que creo que acaba de hacer?

Una vez más intento coger las tostadas.

"Parte de tu castigo será no comer tostadas con nutella para desayunar esta verano, puedes empezar a pensar un poco en tu salud, ya que estás."

"Pero-"

"Ni peros ni peras, come lo que te he dado o no comas nada, cuando termines empieza a hacer tus deberes de verano y luego barre el comedor."

"Hoy tenía pensado ir a la playa antes de ir a trabajar."

"Bueno pues repiensatelo, ya va siendo hora de que empieces a tomar responsabilidades en esta casa, si no te gusta te vas."

¿Todo esto por un pequeño retraso en mi hora de llegada después de trabajar?

"Pero mamá, dejame explicarte que pasó ayer."

"No me interesa saber que pasó ayer, tu compañera fue lo suficientemente responsable como para llamar e informarnos, preocupada por tu seguridad."

"Os llamó Martina." No pregunto, afirmo.

"Si, y nos advirtió acerca de tus tonteos con ese chico mayor. ¿Quieres terminar como tu tía María? Cuidando de un adolescente a los treinta y dos?"

"No se de lo que estás hablando" mi mente procesa lo que me ha dicho mi madre. "Sólo estaba devolviendole la cartera, no intentaba ligar con él, no sé ni quién es"

Se gira alarmada en mi dirección.

"¡Y ni siquiera lo conoces! Si no fuera por Martina, no sé qué hariamos."

"Pero ¿Qué os dijo Martina?"

"Nos lo explicó todo. Ahora termina tu desayuno y a estudiar, no quiero oir una sola palabra más."



---------------

¡BUENAS! Uffff... Más de un año sin escribir nada de esta história, la verdad es que no recuerdo cual fue el motivo por el que lo dejé, simplemente lo hice y cuando quise retomarla no supe por donde coger la narrativa. Ahora en mitad de una semana de examenes me ha venido la inspiración. Tampoco es mucho, pero algo es algo, ¿no?

No puedo decir cuando tendré otro capitulo, pero prometo no tardar un año entero, otra vez ;)

¡Muchas gracias por leer!


A SegundasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora