Muestra de Cariño [Kiriasu]

🌙Único.

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MeriiKuriSAOmasu2020

Tema: ¿Podemos detener el tiempo y que el año nuevo no llegue?

Kazuto la vio con amor mientras el cuerpo delicado de su amada lo abrazaba tranquilamente, la sostenía con fuerza que incluso si Asuna deseara, le sería imposible salir de su firme agarre. Tenía que sostenerla, pues era su vida entera y por nada en el mundo se atrevería a dejarla sola.

Puesto que su querida esposa y había pasado demasiado tiempo en aquella soledad en donde él era el principal culpable. Desde que el azabache había despejado a su vida laboral, el tiempo lo consumía en proporciones demasiado grandes, el matrimonio y vida juntos perfecta a lado del amor de su vida habían sido solo una pequeña ilusión cuando ambos estaban jurándose amor frente al altar.

Asuna nunca se arrepintió de haberse casado con Kirito, sin embargo, él sí que se consumía en su tragedia por no haber hecho las cosas en el pasado como debería.

Poco a poco el color de su piel se volvió más pálida, era extremadamente notorio, no obstante, aquello pasaba de largo en la vista del pelinegro como algo cotidiano.

Cómo quisiera volver a los años en los que le juró amor incondicional todos los días, dejar todo atrás para concentrarse sólo en ella. Se preguntaba aún en ese momento, si acaso aquel sentimiento que Asuna llevó algún día en su corazón seguía vigente, si aún lo amaba como desde el primer día.

Kazuto sabía la verdad, aun cuando tenía su vida entre sus brazos abrasándolo, Asuna ya no sentía nada por él, si acaso el sentimiento de quedarse a su lado por pura nostalgia lo mantenían juntos, aquello ardía de frustración en lo más hondo de todo su ser, haber desperdiciado, dañado y abandonado aquel amor que poco a poco se iba desvaneciendo. Tenerla en sus brazos, y estar a punto de perderla ahora sí, de por vida.

Tal vez volvería amar, aunque en su mente la sola idea de planteárselo se le hacía tan absurda he imposible, sería muy difícil continuar sin ella, estaba casi seguro que se desplomaría en el primer intento...

Y es que nunca la mereció, Asuna trató de un sinfín de intentos con separar una hora de su tiempo y estar juntos, recobrar aquel amor perdido cuando aún estaba en la cima de la vida y esta le sonreía.

No quería, pensaba que tenía el tiempo suficiente y que después le llenaría ese vacío con regalos lujosos que acostumbraba a regalarle cuando ambos se agredían mutuamente, la desconfianza, mentiras y falta de atenciones poco a poco lo distanciaban más aún cuando sus corazones y lo que sentían los incitaban a volver.

Aquello se volvió rutinario, un modo de vida sin brillo, la flor más hermosa del jardín se marchitaba, su dueño había olvidado regarla ya varios años y simplemente la dejó sola, triste. Pero como fiel acompañante que es, nunca abandonó el lugar, se quedó allí junto al jardinero irresponsable que cada que la veía pasar, solo hacía ojos ciegos y daba atención de sobra al resto de su propiedad, como sus raíces estaban adquiridas aquel jardín, la bella flor decidió padecer allí mismo.

Cuando se dio cuenta de su descuido ya había sido demasiado tarde, el tiempo nunca perdona, avanzó junto a él mientras dejaba atrás todo el cariño y el amor que alguna vez gozó sin miedo a perderlo.

Una mutación en el organismo de su amada era la gota que faltaba para terminar con su vida, la gota que iniciaba la cuenta regresiva y en la cual su cuerpo no sería más que cenizas. Lloró, de rodillas pidiéndole aquel Dios en el cual no confía en un milagro.

Buscó métodos para poder salvarla, pero en lo que hacía eso, siguió distanciándose...

La joven ya no le reclamaba nada, su querido esposo y dueño de sus sentimientos era el único que podía decidir si quedarse junto a ella, o dejarla partir como cosa que nunca le importó. Sus lágrimas no se hicieron esperar, dejaría todo atrás y aunque no tuvo hijos en todo su matrimonio, tenía a Yui que siempre la acompañaba con ojos brillosos, apreciando la cercanía de lo que la realidad virtual podía ofrecerle.

Los meses pasaron y llegó el momento de partir, este mismo instante en donde se encontraban los que algún día se amaron, y que no sabían que sentir con respecto a lo que paso todos estos años. Sintió como unas gotas bajaban desde su frente, y lo encontró llorando mientras balbuceaba cosas sin sentido, la sonrisa de la joven nunca se alejó de su rostro, deposito pequeñas caricias en el rostro de Kazuto.

—Asuna... mi querida Asuna— dijo casi inaudible mientras unía sus frentes y sus labios rozaban, sin embargo, estaban ajenos de cualquier contacto. — Perdóname.

—Lo hecho, hecho está Kirito kun— se permitió robarle un beso largo con la esperanza de algo sentir, el azabache solo podía saborear aquellos labios de los que gozó, pero estaban tan fríos, tan irreconocibles.

Asuna se hundió en su pecho, su delicado cuerpo no soportaba un movimiento más, el pelinegro no paró de rezar, pedir ayuda, alguien tenía que salvarlo de aquel momento que le estaba partiendo el ama.

Oh que desgraciado se sentía, si el mismo podía haberse salvado años atrás. Hundido en miseria, se arrepentiría toda su vida por sus acciones, maldito sean sus quehaceres y aquellos hábitos que le habían quitado su tiempo.

Su sueño no estaría completo sin el amor de su vida, que importaba ya lo que había conseguido si ni siquiera podía mantener a su amada junto a él.

Rogó y siguió rogando, que el tiempo se detuviese. El relog sonó, eran las doce de la noche y los fuegos artificiales pintaban el cielo nocturno, risas y canciones se oían a lo lejos.

Lo que reinaba en su hogar era la miseria, y darse cuenta en el momento exacto en donde Asuna dio su ultimo respiro.

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Feliz año nuevo y feliz navidad xD!!!

Llego tarde al evento lo sé, pero aquí está, al principio no tenía muy en claro lo que quería escribir, esto iba a ser algo fluff y se convirtió en angst, culpen a beethoven y su sonata claro de luna. En fin, gracias por leerme, primer fic del año y espero que se vengan muchos más :3

Agradecimiento a las administradoras del grupo por organizar todito y me despido <3

bye bye