Marea alta:
Con el agua en el cuello y la voz apagada me atreví a gritar el silencio que me consumía por dentro.
El mar me devoró por completo, dejándome apreciar el eco de mi voz.
Y por primera vez en meses, pude escucharme a mi misma.
4.
Marea alta:
Con el agua en el cuello y la voz apagada me atreví a gritar el silencio que me consumía por dentro.
El mar me devoró por completo, dejándome apreciar el eco de mi voz.
Y por primera vez en meses, pude escucharme a mi misma.