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Todas las tardes a las 3 y 30 de la tarde Tooru Oikawa cruzaba todo el lado norte del pueblo en bicicleta para ir a recostarse a la sombra del arbol mas frondoso que había encontrado en la quebrada.

Esa tarde no sería la excepción, o eso pensaba.

Estaba eligiendo un abrigo que ponerse (ya que, aunque era verano, la tarde estaba excepcionalmente fria) cuando su madre le llamó porque nesecitaba ayuda con un trabajo, rezongó, sabía que demoraría pero ¿Cómo negarle una mano a tu santa madre?

A las 4 y 30 se subía a la bicicleta para irse al fin, una hora tarde.

Cuando llegó, a las 5 de la tarde, iba tan metido en sus pensamientos (y en bajar la bicicleta del puente) que no se percató de que tenía compañía, es más, no fue hasta que se sentó en su lugar habitual, que se encontró cara a cara con el desconocido.

Fue amor a primera vista, o algo así.

🌳 continuará 🌳

Árbol [IwaOi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora