Olor a Lirio

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Jiang Cheng estaba muriendo. Es lo que los rumores decían.

Tras Gusu Lan haber avisado a las sectas aliadas de la muerte de Lan XiChen, el gran y fuerte Sandú Sheng Shuo decayó fuertemente; todo a su alrededor parecía lúgubre.

Las flores, marca de su secta que lo habían maravillado todo el tiempo, ahora eran simples y banales.

Sus colegas en la secta se dieron cuenta, el hombre imponente que siempre los regañaba ahora parecía un muerto viviente, uno que solo dormía, dictaba u solo comía una vez al día, a parte de que en una vigilancia nocturna un recluta escuchó a su líder vomitar dando un llamado de urgencia a los médicos del lugar.

Nadie sabe que dijeron los espececialistas pero sabían que esta enfermedad la venia arrastrando desde hace ya mucho tiempo, el pueblo estaba preocupado dado que su líder estaba peor con cada día que pasaba. Parecía como aquellas épocas en que el hombre portador de Zidian había perdido todo, con los ojos grises llenos de furia, dolor, agonía por haber perdido a su familia en un abrir y cerrar de ojos.

¿Qué paso? ¿Por qué estas muerto?¿No se supone qué estabas bien la ultima vez que te vi? ¿Por qué de nuevo vuelvo a ver lirios en mi cama como en mi juventud? ¿Por qué estas muerto?

El líder estaba en la sala de reuniones rígido leyendo una carta con patrones de nube, aunque no lo pareciese estaba abatido tanto que cuando el ruidoso cultivador demoniaco apareció con la misma sonrisa de siempre ni siquiera lo regaño por la forma en que azotó las puertas.

Wei WuXian había entrado y al instante de ver la mirada apagada de Jiang Cheng junto con su falta de reacción ante sus actos supo que algo andaba mal.

El joven cónyuge del segundo maestro estuvo apunto de hablar pero fue interrumpido por el líder quien se levantó y sin animo le habló.

- ¿Por qué has venido?- Wei WuXian se congelo al igual que los jóvenes discípulos detrás suyo.

-He venido de visita- dijo preocupado pero disimulando con un tono igual de sombrío que el imponente líder a su lado.

Es cierto que durante aquellos días su relación había mejorado pero ahora habían vuelto al pasado durante la alianza para derribar al sol.

Jiang WanYin gruño en bajo y ordeno a sus discípulos acomodar al invitado, sin darle la cara se fue del recinto.

Wei pidió a un aprendiz la razón del por que su líder estaba de tal humor, este no supo y no quiso contestarle hasta que apareció Jin Ling sin su canina compañía para fortuna del hombre.

-Hey, Jin Ling, ¿qué haces por aquí?-

-He venido a ver a mi JiuJiu ¿y tu qué haces aquí?- preguntó con su típica pose altiva asemejandose a quien había sido su padre.

- Viene a ver a Jiang Cheng pero no se encuentra de humor, hablando de eso ¿Qué le sucede?- se acercó al adolescente.

-Nadie lo sabe- apretó fuerte sus puños al decir aquello.

-¿Cómo?- pregunto otra vez el de túnicas negras.

-Nadie sabe lo que le ocurre, una tarde sin más se paralizó, según cuentan los aldeanos ha vagado sin rumbo en los días incluso en las noches, he intentado hablar con él pero si ya de por si se reusaba a hacerlo ahora es peor, no habla solo si es por cosas de la secta...- el joven parecía extremadamente preocupado.

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