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𝙉𝘼𝙍𝙍𝘼𝘿𝙊𝙍 𝙊𝙈𝙉𝙄𝙎𝘾𝙄𝙀𝙉𝙏𝙀
En Sendai un grupo de dos adolescentes acompañados de un hombre recorrían las calles con aburrimiento por parte de la chica, interés por parte del chico y el hombre a cargo de ambos emoción por encontrar un lugar de Kikufuku, hablando solo sobre ese maravilloso postre, terminó por cuestionar a su alumna.
-Waahh, en Sendai hay bastantes tiendas y muy buenas, ¿no lo crees Fuji? - Mencionó Satoru Gojo con su usual tono bromista y una sonrisa.
A diferencia del hombre encargado de la misión, ambos acompañantes que parecían más maduros que el, o bueno solo el adolescente de nombre Fushiguro Megumi que a comparación de su compañera de equipo y su sensei, era realmente el más serio cuando de misiones se trata. Volviendo a la narración, Sakamoto Fuji solo respondió con un vago "Hai", desorientado a ambos acompañantes, pues esperaban una respuesta más animada seguida de una insinuación hacia su compañero de equipo que terminaría con ella y su sensei burlándose de Megumi por su falta de experiencia con mujeres, extrañados Megumi decidió tomar la iniciativa preguntando directamente el porqué.
-Hey Fuji, ¿de verdad te sientes bien? - Cuestionó fingiendo indiferencia, pero realmente le preocupaba el estado de su compañera de equipo porque más haya de eso, ella es uno de sus pilares más importantes. Cuestionó el en su mente, ¿quién no se preocuparía por su mejor amiga desde infancia? Pero que bobada el la amaba más que nada, cómo olvidaría cuando investigó como si fuera una enfermedad (literalmente) su enamoramiento hacia su mejor amiga.
Fuji al darse cuenta de la preocupación de su compañero de equipo ignorando a su sensei, quién por una vez extraña razón por cada segundo siendo ignorado una flecha atravesaba su cuerpo, para terminar desplomado, pero ella sin importarle un poco decidió responder mucho más animada y con una sonrisa.
-Oh Megi-kun, no sabía que te preocupaba tanto realmente me halaga tener tu mente pensando en mi, pero si me siento bien dudo que suceda algo, sería muy jodido tener más tragedias de las que ya tengo, ¿no crees? - Declaró con un tono de voz cantarino con el exclusivo propósito de avegonzarlo y burlarse de él, evadiendo totalmente la pregunta pues el presentimiento de que algo sucederá no la ha dejado desde que se les impuso esa misión.
Pues al inicio de la misión pensó que lo mejor sería decirlo, pero realmente se cuestionó si era mejor decirlo o quedarse callada. Porque todos sabían que a Sakamoto Fuji lo peor que le pueden decir es algo con relación a los presentimientos, y el que ella lo diga con bastante convencimiento y naturalidad sería algo bastante contradictorio en sus convicciones, y algo que por muy estúpido que suene jamás se retractaría y ella no duda nunca, pues el mejor hechicero que puede existir es el que sabe sacrificar y no duda en lo que tiene que hacer a pesar de todo.
