Bien, a él no le gusta Min YoonGi, definitivamente no.
Solo que el no verlo lo hace sentir triste y desmotivado, pero a él no le gusta Min YoonGi. Él es heterosexual, pero oye, que no está diciendo que ser gay o bisexual sea malo, solo que él piensa que es de plano imposible. Durante su corta vida no ha habido chica que no le haya gustado y novias ha tenido, sin embargo, desde hace dos años en los que va de carrera en la universidad, desde que conoció a JiMin, su vida normal ha sido tirada a la basura, ¿Y todo por culpa de quien?.
Min masita adorable YoonGi.
Ese chico, ese maldito chico ha hecho de su vida un juego de montaña rusa; en un momento todo es tranquilo y lleno de paz, como paseando por la zona baja de la montaña y de repente llega Min YoonGi, él sonríe con esas bonitas rosadas encías asomándose y sus pequeños ojos gatunos que aceleran su corazón, hace que quiera ir darle besos en sus esponjosas mejillas y atiborrarlo de amor, que esa montaña de lo tranquila que estaba se convierta en un sube y baja de emociones.
Uno bueno, tanto que lo tiene sonrojado y tímido.
Llamenlo dramático, exagerado, loco, pero él realmente piensa que Min YoonGi no es de este mundo, porque lo que ocasiona con un simple gesto que lo hace ver endemoniadamente adorable siente que puede morir ¡Y siendo inmensamente feliz con una de esas sonrisitas!. Es que parece que su mejor arma es ser adorable y ya podría (tiene) a medio mundo muriendo de diabetes, en el piso con sus narices ensangrentadas.
Él no es de este mundo, es un diablito tierno vestido de humano. Lo peor de todo es que es incluso mayor que él, pero eso no impide lo bonito que se ve cada día con esos suéteres afelpados y ojitos adormilados.
Se siente tan malditamente afectado.
[…]
Salió de su clase para irse a la cafetería a comer pastelitos con su café americano helado, cosas simples como esas lo hacían un ser humano con un poco de felicidad; a veces solo necesitaba de esos pequeños placeres que podía darse para mantenerse cuerdo entre los parciales, ser universitario podría ser como una maldita enfermedad.
Se formó en la fila para pedir su merienda, estaba tranquilo, demasiado tranquilo para ser un día Miercoles donde justamente Min YoonGi salía de su clase a la misma hora que él con HoSeok y JungKook siempre a su lado.
Dejó de pensar en eso pues lo había visto en la mañana, este lo saludo alegremente pero JiMin solo lo vió y huyó como las ratas del titanic cuando se hundió; siendo honesto consigo mismo tuvo que detenerse un momento a normalizar su respiración y sus latidos acelerados, tan patético.
Después de tranquilizarse su día estaba extrañamente, como todos los demás luego de ver a Min saludarlo con una sonrisa, bien, había tenido buen humor, todas las preguntas que le había hecho su maestro las respondió correctamente, su exposición salió excelente, este junto a todos los otros días eran los mejores. Min YoonGi era la señal de los días buenos.
Cuando su turno llegó pidió unos pastelitos de chocolate, unas galletas de vainilla con chispas de chocolate para comer entre clases, su café americano helado y una botella de agua. Recibió todo queriendo ir a sentarse en una mesa pero escuchó una voz que conocía como la palma de su mano.
— Carajo, olvidé la billetera. — Murmuró YoonGi en voz baja no queriendo que alguien lo escuche en su lucha contra si mismo. — No puede ser...—. Al parecer olvidó su dinero en su casa, miró en sus manos sus pastelitos, su café y la botella de agua, masticó las galletitas que tenía en la boca y luego miró al chico peliazul. Alzó sus hombros, iba a hacer su acto bueno del día, además que no tenía mucha hambre.
Una mentira, se estaba cagando de hambre.
Ni siquiera había tomado bien su desayuno, sólo la taza de té de hierbas y una sopa que su madre le dejo, tenía hambre pero el otro chico parecía mucho más hambriento. Sin más que pensar y con toda la pena que sentía, se acercó al chico quien estaba con la cabeza abajo y un puchero inconsciente formándose en sus labios, tocó su hombro, de repente dándose cuenta que todo el lugar se sumió en un silencio sepulcral. Sabía que era conocido como el chico raro que siempre huía de Min YoonGi cuando lo veía, lo llamaban pollito cobarde, detestaba el apodo porque incluso su madre lo llamaba así ¡Pero no estaba bien que se lo recordaran todo el tiempo! eso se podría llamarse Bullying y los podía denunciar por eso ehh, cuidado con el polli- con él.
YoonGi lo miró con sus ojitos brillosos, confundido pero emocionado que el lindo chico que siempre le rehuía y que ahora estaba valientemente delante de él con las mejillias rojitas.
JiMin le tendió dos de sus pastelitos y la botella de agua. — T-Toma, c-come e-esto...—. Tartamudeó pero aun así el mayor lo oyó, con una sonrisa super grande agarró la merienda ofrecida sintiéndose fuertemente enternecido con el chico de cabellos rizados, iba a agradecerle y quizás tener una conversación decente con él sin que escapara cada que lo veía, sin embargo, cuando levantó la mirada Park JiMin ya no estaba frente a él.
Al parecer se había ido corriendo, de nuevo, lo que no vió pero que algunos cuantos notaron, fue que el pobre chico estaba con las mejillas rojísimas. Demasiado para él, era demasiado.
Suspiró cansado, quería ser amigo del pequeño dongsaeng, sin embargo, cada vez que intentaba acercársele feliz y con una sonrisa siempre salía huyendo de él, lo cual lo hacía sentir triste pensando que tal vez él lo odiaba, tal vez no le caía bien. Pero no iba a perder la esperanza, él iba a acercarse a ese pollito cobarde como fuese, como que se llamaba Min YoonGi y este chico lo tenía totalmente enganchado.
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¡A mi no me gusta Min YoonGi! | yoonmin
ФанфикPark JiMin no esta interesado en los chicos, simplemente no siente atracción hacia ellos y nunca ha pensado en tener algo con uno. Bueno, hasta que se encuentra con Min YoonGi, su más grande debilidad. 🌟 Historia original y completamente de mi aut...