13 de junio del 2012
Para empezar, quisiera aclara que esto de llevar un diario no me agrada; pero fueron parte de las recomendaciones que le dio mi terapeuta a mi madre para que pudiera mudarme, su idea era que hiciera un diario para que yo misma me diera cuenta de la evolución que he tenido con mi enfermedad porque en realidad yo no noto ningún cambio, pero sigo pensando que es una manera más de que me mantenga controlada desde lejos.
Pero creo que en el primer día de un diario es donde se explica la mayoría de la situación. Bueno, empezaré: mi nombre es María René y tengo 18 años, tengo Trastorno Obsesivo Compulsivo (he ahí, por eso acudo regularmente con el terapeuta para ver mi reacción a los medicamentos y avance de las terapias), vivo con ambos de mis padres, y mi pasión es el cine, o bueno más que nada cualquier cosa que implique estar en contacto con el arte y cultura… Básicamente soy una joven normal, bueno tal vez a excepción por el TOC.
Mi terapeuta quiere que escriba en un diario porque estoy a punto de mudarme con mi primo Nicolás (que es arquitecto y tiene una maestría en decoración de interiores, por eso tiene bastante trabajo o al menos el suficiente para mantenerlo ocupado) a Nueva York para estudiar actuación en New York Film Academy que tiene programas de dirección y actuación, pero por el momento quiero concentrarme solo en la actuación aunque también estoy interesada en el de dirección, pero como dicen por ahí que “para poder mandar hay que saber hacer”…
Estoy segura de que esta será una experiencia bastante interesante, no tanto por el idioma, porque estudie en escuelas bilingües así que prácticamente puedo hablarlo con mucha fluidez; sino más bien porque mi primo Nicolás es la persona más desordenada y olvidadiza que conozco, lo cual no es una buena combinación para alguien con TOC. Por ejemplo; me voy en 3 días y mi maleta ya está lista y la reviso aproximadamente 2 veces al día, pero si fuera Nico haría su maleta la mañana del día en que va a volar. A pesar de eso Nico es de las personas que más quiero y lo extraño mucho desde que se fue, aunque venía de visita en fechas importantes para la familia como navidad y algunos cumpleaños pero se ve tan feliz de estar en Nueva York lo que me hace pensar en que realidad no creo que regrese nunca, por eso estoy tan emocionada de vivir con él, es como si al fin tuviera un hermano mayor. Dijo que decoraría mi habitación para que me sintiera como si estuviera en mi propia casa, y al ser decorador de interiores la verdad es que no puedo esperar a ver el resultado.
Trataré de escribir lo más seguido posible, ya que mis ocupaciones serán diversas con la escuela y cosas así. Además de que tengo que encontrar un nuevo terapeuta para el tiempo que este aquí. Las primeras semanas estarán llenas de caos, pero dicen mis padres de que solo es cuestión de que me acostumbre.