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-¿Crees que le caiga bien a tu mamá?-Nayeon asintió, y entrelazó su mano con la de Mina, todavía manejando.-Traje el pastel que hice, ¿Crees que le guste?

-Mi mamá es una buena persona con todos, es muy amable, obvio le caerás bien porque tú eres igual que ella.-Alzó sus hombros, pero se quejó al sentir la reciente marca en su hombro.

-¿Cómo le dirás sobre eso?

-Voy a llegar con mi chamarra puesta hasta el cuello, hablaremos, hablaremos sobre nuestra relación, y fingiré que dentro de su casa hace calor, yo me la quito, y ella nos felicita por nuestro lazo.-Sentía la mano temblorosa de su novia, y como pudo, besó esa mano, calmándola.-Le encantará verla, una marca tan rojiza significa que estará en perfecto estado por demasiado tiempo.

-Tengo miedo de decir una tontería, ¿Sabes?

-No dirás una, ya verás.

Y Nayeon paró, como el corazón de Mina dejó de latir al ver la gran mansión. Había visto la casa de Nayeon un par de veces, incluso durmió en ella, pero estar en la casa de su suegra era algo... diferente. Tragó saliva, viendo la fachada tan impresionante, y luego entrelazó su mano con la de la mayor, que tenía una gran sonrisa.

Tuvieron que atravesar por un jardín que era diez veces más grande que su apartamento, y se sintió pequeña, como se sentía junto a una mujer que derrochaba poder hasta por los poros. Se sentía definitivamente mal al ir vestida de esa manera, aunque Momo le había dicho que se veía elegante, se sintió mal por llevar ese pastel feo, y se sintió mal de ir. Quería llorar y todavía no había llegado a la casa, y sintió un mal augurio.

-Todo estará bien, no pienses cosas malas.-Por un momento olvidó que su lazo con Nayeon era tan fuerte, que la chica más menuda sentía cómo se encontraba en ese momento, asustada, estresada o enojada. Si Nayeon se sentía estresada, Mina sabía lo que tenía que hacer, y viceversa. La mayor besó a la castaña, y acarició sus hombros, apretándolos suavemente.-Le encantarás a papá y a mamá.

Un timbre y una chica joven abrió la casa, dejándolas pasar. Se escucharon zapatos, la chica les pidió su abrigo, pero la mayor se negó, y sonrió al escuchar el zapato de su mamá resonar en todo el pasillo.

-¿¡Quién es tu caliente novio- Oh... una chica.-Mina respiró, calmó sus nervios, y caminó hasta la mujer, buscando estrechar su mano.

-Soy Myoui Mina, la novia de su hija.-Mano que fue ignorada por la mujer mayor, y sólo miró, de pies a cabezas. La castaña tronó sus dedos, y sonrió a la nada, viendo cómo la señora Im abrazaba a su hija.

-Mamá, saluda a Mina.-Escuchó una queja, y luego la menor negó.

-No, no es necesario, de verdad...

-Mamá.-Su omega la miró severamente, y luego la mujer volteó, torció sus ojos, y le tendió la mano a Mina para que la besara. La alfa no dudo ni dos segundos en besar esa larga y pálida mano, con varios anillos caros y sus uñas pintadas de negro.-Gracias por ser civilizada.

Caminaron hasta la sala, y la mujer veía a Mina con ojos llenos de furia, cosa que notó la menor. Se sentó más recta, aceptó la taza de té con delicadeza, y luego sonrió falsamente a Nayeon, tratando de demostrar que se la estaba pasando bien.

-¿Cómo se conocieron?-Y ambas se voltearon a ver, tratando de aguantar una carcajada. Mina dejó la taza en la mesa del centro, y entrelazó su mano con la de su novia.

-Por Jihyo, ella nos presentó.-

-¿En qué trabajas?-Por nada del mundo dejó de mirar a los ojos a la mamá de Nayeon. Por alguna razón, su alfa interior quería demostrarle a esa mujer que era más que ella, cosa que jamás podría hacer.

-Recepcionista en un edificio-

-¿Recepcionista?-Tragó saliva.-¿Por lo menos estudiaste algo?

Ese 'por lo menos' estrechó algo en su corazón, pero sintió cómo la mayor estrechó su mano con más fuerza.

-Mamá...

-Estoy terminando la carrera de arquitectura por las noches.-Nayeon volteó a verla orgullosa, sonriendo, pero el gesto altanero de su madre la hacía no querer sonreír. Con todo el pesar del mundo ignoró la sonrisa de su novia, y sólo miró a su suegra.

-¿Quién es tu madre?

-Mamá, no es interrogatorio...

Su garganta y estómago se removió con la pregunta, y sólo miró al suelo, pensando en decir la verdad o no. Optó por la verdad.

-Mi madre falleció hace cinco años por cáncer de pulmón, mi padre falleció por cáncer de próstata, y mi hermana acaba de fallecer hace semanas por un accidente de tráfico, mi única familia es mi hermana menor, Momo, mi pequeña sobrina, y ahora Nayeon.

-Audaz de tu parte decir eso, ¿Sabes?

-Muy audaz de mi parte también marcar a Nayeon, ¿No?-Una risita nerviosa en medio de la sala por parte de la omega, y luego escuchó cómo su padre entró a la sala.

-¡Papi, mira, ella es mi novia!-El hombre con bigote se acercó y saludo a la castaña noblemente, con una sonrisa.

-Mucho gusto.

-El gusto es mío.-Un agarre fuerte, y ambos se miraron a los ojos, para que después el hombre sonriera.-Ah, por fin Nay encontró a alguien a quién amar, pensé que ella se iba a quedar sola si sólo aparentaba ser seca en su trabajo.

-Hablando de, Nay, vamos a tener que hablar en privado tú y yo, ven ahora mismo.-Mina se sintió nerviosa, horriblemente nerviosa.

Hacía muecas mientras veía a su suegro ver la tele de varias pulgadas, escuchaba algún partido de beisbol, y quería escuchar la conversación de la mujer y su omega. Quería. Se excusó que iba ir al baño, pero en realidad caminó por la dirección en la que las mujeres se habían ido.

-Eureka.-Exclamó para si misma mientras se concentraba en escuchar sin ella hacer ruido, hasta que escuchó.

''¿Es ella? ¿Ese don nadie?''

''No le vuelvas a decir así a Mina, mamá, es la mujer que amo.''

''¿Nunca pensaste que se te quiere colgar del dinero? Hasta en su cara se ve el interés por el dinero... Eres torpe...''

''Pues te guste o no, yo amo a Mina y es la mujer con la que voy a pasar el resto de mi vida, así que por favor, o te acostumbras a ser educada y noble con ella, o te acostumbras a no verme nunca más.'' Un sollozo. La castaña caminó hasta la otra puerta, donde estaba el baño. Presionó la taza, y prendió la llave de agua, dando a saber que ella realmente había ido al baño.

Salió, y ante todo, quería hacerle saber a Nayeon que no había escuchado ni puesto atención, así que salió entonando una canción de Lady Gaga.

-You and me could write bad romance...-Silbó, agitando sus manos, y se encontró con la mayor en el pasillo.

-¿Estás cantando?

-Me gusta cantar mientras hago pis.-Confesó, y sintió que su corazón se estrujo al ver a su novia llorar.-¿Quieres irte?

-Por favor, vámonos.- Sabía que los omegas al momento de despegarse de su familia se ponían más sensibles, más que en celo, así que abrazó a Nayeon por su cintura y la llevó a la puerta, despidiéndose del señor que veía la tele distraído. -No quiero volver a ver a mi mamá.

-Está bien, creo que no soy suficiente para tremenda diosa que tengo frente a mi.-Un beso antes de subir al carro, y ella misma lo prendió. Mina sabía manejar carros, puede que no tenga uno, pero los sabe manejar, así que no fue problema para poder llevar a su novia a la casa para que pudiera descansar.

El viaje realmente fue silencioso.
Se removió incómoda en su asiento, y vio por el rabillo de su ojo a la mayor, que sólo estaba viendo el paisaje por la ventanilla del carro. Llegaron a la mansión en silencio, y se bajó, caminando hasta la pelinegra, abrazándola.

-Me quedaré contigo todo el tiempo que quieras.

-¿Puedes ayudarme a crear mi nido?-Asintió, y como pudieron, entraron a la casa abrazadas.

little bunny • minayeon g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora