Prologo: Azrael

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Hagas lo que hagas nunca pierdas la esperanza, a pesar de que tan oscuro sean los cielos...es cuando vemos las estrellas más brillantes. Vive y se feliz...hijo...

-A veces la vida está llena de coincidencias, pues esta parece ser una de ellas. ¿O tal vez fue el destino?, es raro ya no recuerdo la última vez que estuve con mi madre, ya no recuerdo la vez que estuve en el cielo, mis amigos y enemigos, todo se quedó atrás, ah llegado la hora de crear mi propia historia, pase lo que pase no te fallare...madre.

Dice Azrael mientras cae del cielo cubierto en una bola de fuego como si fuera un meteorito. Después de un par de segundos este impacta en una montaña llena de nieve y árboles, al caer hace un enorme cráter en un costado de la montaña. La nieve que había alrededor simplemente se evaporizo por el intenso calor del impacto. Después de unas horas Azrael con dolor y fuerza abre sus ojos, al estar cegado recupera la vista y ve hacia el techo con su ojo.

-¡Ahg!, este... este techo es...desconocido -dice mientras se levanta de una cómoda y cálida cama. ¡Por dios! no volveré...juro que no volveré a hacer eso -decía mientras se soba la cabeza -bien creo que llego la hora de ir a por el...pero en... ¿en dónde estoy? ¿Que...que es este lugar?

En ese momento un hombre con una vestimenta un tanto peculiar de color negro y amarillo con una capucha que le cubría casi toda su cara y un tapabocas que ocultaba bien su identidad entra a la cabaña en la que el se encontraba.

-¿Esa vestimenta me es familiar, acaso sera? -se preguntó Azrael

-Vaya sí que te diste un buen golpe eh -responde el hombre agradablemente, Azrael desconfiado responde con una mirada fría y amenazante -hmm, pareces confundido ¿o me equivoco? -Azrael sigue sin decir nada -bueno parece que soy de tu desconfianza así que toma -dijo el encapuchado mientras este le entrega un balde lleno de comida

-No comeré eso -dice Azrael

-¡Jajá! sí que sabes hablar, eh! estaba preocupándome si es que habías perdido completamente la memoria, pero anda tienes que recuperar tus fuerzas, tus heridas no se han recuperado ¿sabes?

-¿Quién eres? -preguntó Azrael serio

-Debería preguntarte yo a ti, dime ¿eres un ángel? ¿Oh algo así? ¿Por qué llevas un parche en tu ojo? -Azrael siguió sin responder y solo bajo la cabeza -sé que aun desconfías de mí así que... -, en ese instante el hombre dejo ver su rostro hacia Azrael mostrando a una bella mujer de un cabello color castaño que brillaba como los rayo del sol, cara bella y frágil, con ojos grises y alegres.

-Mi nombre es Isabella y soy parte del Clan Phoenix -dice Isabella mientras pone una sonrisa en su rostro

-¡¿Qué?! -dice Azrael sorprendido

-Se que no tengo un cuerpo un tanto femenino y mis pechos aún no se han desarrollado, pero ¿enserio me confundiste con un hombre?, dijo Isabella mientras voltea a ver a Azrael con una dulce cara

-Ehh...si -en ese momento un golpe sorprende a Azrael dejándole un moretón en un su rostro. Justo en eso Isabella se sorprende al ver una luz salir del parche de Azrael mostrando un símbolo dorado y extraño en el parche

-Sabes aún no sé nada de ti -dice Isabella

-No hay nada que saber -dice Azrael mientras se sobaba el golpe que le habían dado

-Oye! por lo menos dime tu nombre, es lo menos que puedes hacer por haberte salvado

-¿Salvado? -responde Azrael confundido

-Claro después de tu impacto quedaste inconsciente en la nieve, por suerte yo estaba pasando por ahí, eres afortunado de que te haya encontrado, si no bueno, creo que te hubieran comido los lobos -responde Isabella

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