Tras aquella masacre unilateral y que todos se vallan a dormir el día comenzó de nuevo, nuestro sensual peliblanco se levantó de su sueño viéndose en la situación de tener que aplicar fuerza por culpa de las diosas que estaban en su pecho abrazándolo con cariño.
Afrodita:buenos días cariño, ¿Dormiste bien? *Pregunto con un tono dulce intentando llamar la atención de su ex-esposo*
Hefesto:no soy tu cariño pero si dormí bien. *Dijo de forma monótona para avanzar hacia la cocina sin ver la nueva de tristeza de la diosa*
En la cocina.
En esta misma se podía ver a la hija del herrero tomando un café con leche junto a Gappy, en ese momento el llegó y tras darle los buenos días a las dos comenzó su día con un café mientras cocinaba un omelette.
Tetis:papá, hoy saldré con mis amigas al centro comercial junto con Gappy ¿Puedes darme un dinero por si veo algo? *Pregunto usando su gran método de ojos de perro*
Hefesto:claro pequeña, cuidense ambas no quiero ningún accidente *en ese momento una pelirosa de gran "personalidad" entro junto a Yamata la cual parecía bastante cansada* buenos días a ambas, si puedo preguntar ¿Porque pareces tan cansada Yamata? *Pregunto con incertidumbre*
Yamata:no tienes una idea de lo que es compartir habitación con Zarai, ronca y se mueve como si fuera una ballena en plena playa. *Dijo con gran cansancio mientras se sentaba en la mesa*
Con el tiempo tanto shinigamis/hollows y dioses llegaron a desayunar, se notaba que las diosas buscaban llamar la atención del dios con movimientos y señas subidas de tono, por otro lado Afrodita intentaba hablar con su hija la cual no parecía tan incómoda como ayer pero seguía nerviosa por su presencia tan invasiva.
Luego de que todos desayunaran y que Tetis se preparara el la llevo a la escuela mientras les indicaba que si podían arreglen un poco la casa mientras no estaba, por supuesto la madre y ex-esposa de este no tardaron ni un minuto en acatar la orden.
En la escuela.
Este llegó como siempre llamando la atención pero este caso fue distinto ya que se cruzó a alguien que no quería ver ni en foto.
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Diana Brando una mujer que uso el estado frágil del dios a su favor, lo sedujo y entabló una relación amorosa con el la cual no duró mucho luego de que está al lograr conseguir los materiales que este usaba en su fragua le dió a conocer el hecho de que nunca lo amo, este devastado decidió abandonar la ciudad con su pequeña que había cumplido el año.
Está misma lo vio e instintivamente se detuvo en su lugar al verlo otra vez, no había cambiado ni un poco, su físico y su actitud dulce con su hija seguían siendo las mismas que antes, al recordar los términos en los que su relación acabo se agarró el pecho instintivamente por el dolor fantasma mientras una escena que la atormentaba durante años volvía.
