CAPITULO 3

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Doyoung no supo en qué momento Jaehyun se levantó, caminó hasta él y comenzó a besarlo con tal ferosidad que por un momento olvidó hasta su nombre.

Jaehyun lo levanto de su silla para subirlo a la encimera sin apartar los labios de los suyos.

Era como sí ambos sintieran ese deseo desenfrenado de continuar con lo que la última vez no se atrevieron.

Besos apasionados llenaban el ambiente mientras Jaehyun seguía presionandolo contra él y Doyoung se aferraba a su cuello.

Sintió la lengua de Jaehyun entrar a su boca y sintió una corriente eléctrica recorrerlo de pies a cabeza, el deseo y la pasión crecían rápidamente.

Enredó sus piernas en la cintura de Jaehyun para tenerlo aún más cerca, su amigo buscó casi con desesperación la orilla de su playera y lo despojó rápidamente de ella, sus manos bajaron a sus muslos y los acarició metiendo las manos en sus shorts.

Dejó que Jaehyun besara su cuello, lo lamiera, lo mordiera e hiciera todo lo que quería mientras él también comenzaba con su labor de desnudarlo.

Sintió su boca caer hasta el piso cuando tuvo a la vista el torso desnudo de Jaehyun, su piel suave y tersa, sus músculos bien definidos le saludaban, entonces sin perder el tiempo también comenzó a explorar cada rincón de su piel.

Jaehyun lo cargó en brazos, sus pieles rozando le daban una sensación de quemazón. Quería más.

- ¿La tuya o la mía? - preguntó Jaehyun cuando se separó solo por un instante.

- La mía está ordenada.

Le respondió con una sonrisa a Jaehyun que volvió a besarlo, su compañero de departamento abrió rápidamente la puerta de la habitación y lo dejó con suavidad en su cama.

Después de eso todo se volvió más caliente aún, más manos buscando piel, más besos apasionados, lamidas, mordidas, caricias.

Era una jodida locura, una bastante caliente.

Jaehyun que parecía no haber tenido sexo en tanto tiempo parecía todo un maestro en eso, sintió cosas que jamás y también mucho más placer que nunca.

Mientras apretaba las sábanas y escuchaba sus propios gemidos miró la sonrisa de Jaehyun mientras se movia sobre él.

Quería borrar esa sonrisa fanfarrona, quería mostrarle que él no iba a mandar tampoco.

Doyoung se rodó en la cama y comenzó a moverse sobre él, la vista era simplemente exitante mientras veía a Jaehyun disfrutar también.

Jamás se había atrevido a hacer algo así, pero era como si no pudiera tener suficiente, como si quisiera probar de todo por qué era Jaehyun y él parecía sentir lo mismo.

Así que sí, tuvo la noche más fantástica de su vida.











A la mañana siguiente Doyoung abrió los ojos a causa del insistente sonido de su teléfono, apagó la alarma y miró la hora apanicado, era tarde.

Jaehyun a su lado dormía como un tronco y aunque era tarde se tomó un tiempo para admirar su atractivo rostro.

Sus pestañas eran largas, sus hoyuelos se marcaban por las muecas que hacía al dormir y su cabello caía por su frente.

Estaba desnudo y era la vista más espectacular que podría tener.

- Jae, son casi las ocho, es muy tarde.

Jaehyun abrió los ojos y asintió, algo que realmente admiraba era que se podía levantar rápido. Su amigo caminó completamente desnudo hasta la puerta y justo antes de salir lo miró.

The Reason - JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora