Después de unos años en Seattle con Carlisle y Esme, salía con frecuencia, conseguí convencer a Carlisle de inscribirme a un salón de ballet, no me inscribí a ningún grupo, solo lo quería para practicar, tenía varios salones y estaba abierto las 24 horas, lo que me pareció perfecto, mucha gente iba tarde pero se iban a las diez u once como máximo, yo iba a veces dos veces al día, uno en la mañana, claramente solo iba cuando estaba nublado o no salía el sol y en la noche, me iba muy rápido en la mañana porque empezaba a llegar gente y no podía estar sola, y para ser sincera aunque había estado practicando no podía asegurar a nadie que mis movimientos estaban controlados del todo.
Una noche llegue a las diez, a esa hora solo había tres o cinco personas y a veces cada uno agarraba un salón individual, pero no sabía que esa noche iba a cambiar algo en mi. La chica de recepción de noche, a quien le tienes que presentar tu tarjeta para poder entrar y salir no estaba en el escritorio por lo que decidí esperar, tal vez estaba en el baño o haciendo cualquier otra cosa pero era convincente que no estuviera sentada toda la noche, cuando oí pasos y me llego un olor, no era de ella, era de alguien más, cuando apareció por detrás del escritorio, era realmente bonito, el cabello alborotado y algo largo, su nariz recta y todas sus fracciones estaban marcadas, me perdí en su cara por unos segundos, había estado encerrada más de un año, casi no salía de mi rutina así que claramente una cara así me iba a llamar la atención.
- perdona...soy nuevo y dejaron un desastre allá atrás - me dijo y su voz no era tan gruesa sin embargo tenía algo que me atrajo desde ese instante
- no te preocupes - le sonríe y el fijó su mirada en la mía pero no me devolvió la sonrisa.
- ¿tienes tu credencial o lo que sea que les den aquí?- pregunto con tono rudo, no le conteste y solo le extendí mi credencial, el la escaneo y me la devolvió, volvió a mirarme sin ninguna expresión
- pasa- dijo algo desesperado como si ya le hubiera hartado mi presencia ahí.
- gracias..- le dije pero no tuve contestación de nuevoEsa noche baile un poco más lento de lo normal, no esperaba que todos lo chicos se pusieran de rodillas ante mi pero era la primera vez que me había fijado en alguien, no quiero decir que antes no me había atraído un chico o notado que alguien estaba guapo, pero nunca había querido intentar más allá, y ahora el trato del chico de la recepción me había dejado en claro que no tenía interés en mi. Cuando salí a las doce simplemente le di mi credencial y el la pasó, no habíamos hablado otra vez.
Así pasaron las semanas y no habíamos vuelto hablar, intente convencerme qué tal vez así era su actitud, que no yo tenía nada de malo, pero in noche que llegue el hablaba y sonreía con una de las chicas que iban, su sonrisa me pareció aún más bonita aunque no era para mi, cuando me acerqué, el no se volteó de inmediato, tardo unos segundos que a mi me parecieron eternos y cuando finalmente se volteó quito la sonrisa de su cara, sus ojos se encontraron con los míos pero no había reacción que me terminara de convencer, así que era yo y no su actitud, simplemente extendió su mano, pasó mi credencial, me la entrego y se volvió a girar a la chica, ella era castaña con el cabello suelto, era bonita, y yo simplemente seguí mi camino, por detrás pude escuchar que seguían hablando e incluso reían.
ESTÁS LEYENDO
Sin condiciones
FanfictionUna historia creada desde twilight, una nueva integrante de la familia Cullen quien llega para poner otra vez en desorden, arriesgando todo por amor y venganza.