Tal vez era ella, tal vez era yo
o eramos nosotros o no era nadie;
o tal vez solo lo estaba soñando.
Esque aveces dejo mi mente divagar
Y volar y cuando aterrizo
ya es demasiado tarde.
Ya estoy lastimado, sin esperanza
y con el corazón roto.
O por el contrario,
despierto y ella si esta ahí.
Y sus besos y sus ojos me dicen
lo que quiero escuchar,
¿pero que voy a saber yo?
si primero tengo que espavilar,
ya sea por la muerte
o por la alarma diciendo
que es hora de madrugar.