La guerra santa había terminado y Athena revivió a sus caballeros como recompensa, después de un arduo trabajo tanto Athena como el Patriarca decidieron hacer una carne asada para recompensarlos. Manigoldo caminaba hacia el coliseo donde se encontraba el patriarca preparando la parrilla para la carne.
- aquí está mi cuota maestro.
- gracias Manigoldo, solo espero que los demás dorados den la suya pronto.
- ¿nadie ha dado nada?
- no y si no dan sus cuotas no podremos comprar la carne.
- me sorprende ser el primer dorado en pagar algo, pensaba que por lo menos Sísifo ya había pagado.
- lo malo es que Athena y yo tenemos que partir en una hora a buscar la carne y el carruaje no está listo todavía.
- tu ve a preparar ese carruaje que yo tendré el dinero listo antes de que se vayan.
- estás seguro Manigoldo.
- sí, tu déjamelo a mí.
Shion
Sage le confió a Manigoldo cobrar las cuotas de los dorados, Manigoldo camino buscando a su primera "víctima" cuando vio a Shion a lo lejos, el ariano estaba terminando de limpiar unos escombros hasta que Manigoldo se acercó para saludarlo.
- ¿qué haces Shion?
- termino de limpiar los escombros.
- ya veo, sabes ahora que la guerra termino ya no hay nada que hacer.
- prefieres estar en guerra donde personas inocentes morirán.
- no me refiero a eso, al menos todavía podemos ter algo de acción- señalando a unos bandidos oye Shion hagamos una apuesta.
- ¿qué tienes en mente?
- 320 dólares a que puedo derrotarlos sin golpearlos.
- lo dudo está bien tienes un trato.
Manigoldo se acercó sigilosamente hacia los bandidos logrando escuchar lo que susurraban sobre lo temibles y crueles que eran los caballeros que no tenían piedad de sus enemigos y los arrastraron a lo más profundo del infierno y ese tipo de cosas.
- en realidad eso haría un espectro- dijo Manigoldo apareciendo atrás de los bandidos asustándolos en el proceso- los caballeros son mucho peores, ellos se hacen trajes con la piel que les quitan se comen su hígado, extraen lo gelatinoso de sus ojos sabe muy bien con pan tostado.
- atrás, lárgate.
Uno de los bandidos blandía una espada frente a Manigoldo con el propósito de causarle algún miedo para ahuyentarlo sin embargo Manigoldo simplemente tomó el filo de la espada y terminó por doblarla provocando que el bandido soltara la espada nervioso.
- esta es la parte en la que salen corriendo- los bandidos salieron corriendo mientras Manigoldo se ríe al verlos huir como unos cobardes- y no se acerquen.
Manigoldo regreso con Shion presumiendo ya que había ganado la apuesta, Shion sin más remedio terminó pagando la apuesta, Manigoldo tomó el dinero y fue por su siguiente víctima. (1/12)
Aldebarán
Manigoldo observaba a Aldebarán a lo lejos pensando en una manera de cómo cobrarle la cuota sin que se enoje ya que era bien sabido que a tauro no le gusta que le cobren al menos no de manera directa, después de mucho pensar Manigoldo logro tener una idea para cobrarle.
- oye Aldebarán.
- ¿qué sucede Manigoldo?
- necesito un favor, necesito que me prestes dinero.
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Locuras doradas
FanfictionLa guerra santa ya terminó y los caballeros ahora tendrán que vivir divertidas y muy locas aventuras.