《Día Uno》

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[Magia]

La magia y Gen eran mejores amigos.

Desde la primera vez que el mentalista vio un programa de magia, quedó totalmente enganchado con esta.
El presentador, que era un mago, hacía increíbles trucos que nadie más podía, por lo que el pequeño Gen, creía que era magia de verdad.

Pasado el tiempo, se dio cuenta de que no era así y se puso de objetivo saber cómo es que podía hacer todas esas cosas.

Nunca lo descubrió por cuenta propia y sus padres le dieron una ayudadita comprándole un kit de magia.
De esta forma fue cómo nuestro querido mentalista, empezó en el mundo de la magia.

Ya a sus 17 años, Gen era todo un experto en trucos de cartas y hacer aparecer cosas de la nada.

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Esta, que al principio era sólo diversión, salvó su vida un par de veces en la ya conocida Edad de Piedra en la que se encontraban.

Sé había vuelto un pasatiempo engañar a los aldeanos, pues estos eran muy crédulos. Mucha gente diría que Gen era una persona malévola, pero no, sólo es que sus caras eran muy graciosas.

También se divertía jugando con niños. La ilusión con la que ellos lo miraban, era sumamente adorable y le ponía de buen humor.

Pero había una persona con quién no podía jugar.

Ishigami Senku, el científico incapaz de creer en la magia, era un aburrido.
Pero no era porque no pudiese engañar a Senku, lo único por lo que le decía aburrido, la cosa iba más allá.

El científico rechazaba a Gen cada vez que este lo invitaba a ver sus presentaciones de magia a los niños y cuando notaba que el bicolor molestaba a los aldeanos, les explicaba qué era lo que realmente hacía, malogrando por completo sus trucos.

Arruinar lo que iba a hacer con Kinro y luego irse, fue la gota que derramó el vaso.

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El mentalista, muy enojado, entró al laboratorio del científico.

Se paró frente a él y dijo con una sonrisa falsa ─Estoy harto. ─una vena se veía en su frente─ A diario nos haces trabajar y cuando tengo tiempo libre y quiero disfrutarlo, SIEMPRE terminas arruinándolo.

El científico no le había tomado atención cuando entró, pero lo que decía le parecía tan ridículo que no podía ignorarlo.

─Tus trucos de magia son tontos ─respondió burlándose─.

Gen río cínicamente ─La magia no debe ser lo más inteligente del mundo. El objetivo es divertirse.

─No es divertida.

─No es que no sea divertida, es que tú eres un aburrido.

El menor cansado de sus quejas, volvió a ignorarlo.

─Aunque... ─al mentalista tuvo una idea, sus ojos brillaban con malicia en ellos─ puedo enseñarte una clase de magia que puede que te guste.

Logró captar su atención pues Senku volteó a verlo.
Gen tomó de los hombros al peliverde y con una sonrisa coqueta, lo hizo sentarse en una silla.

─Cierra los ojos.

─No.

El bicolor abrió mucho los ojos, había quedado atónito ante la respuesta del menor, cosa que lo hizo reír.

─¿Por qué?

─Si no, no sabré qué es lo que harás ─respondió encogiéndose de hombros─.

─Tienes razón. ─el "mago" sonrió─ Haré que el día se haga más caluroso.

─Eso es imposible.

Gen rio y en un rápido movimiento, se puso encima de él, sentándose en sus piernas.
Senku quiso alejarlo, pero antes de que pudiese decir nada, el mentalista posó sus labios en los del contrario.

Luego de unos segundos, Gen se alejó.

Los colores se le subieron al menor, pero no se movió, estaba en shock.

Sonriendo Gen dijo ─¿Ves que sí hace más calor ahora?
















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Okey, sé que no es magia, pero no se me ocurría nada y menos con los fuegos artificiales, perdón.

【SenGen Week 2020】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora