•1•

9 2 3
                                    

Estaba encerrado en la biblioteca intentando no entrar en pánico. Encerrado. Sin escapatoria. Todo, puertas, ventanas, ventilación. En realidad no había probado con las rejillas de ventilación, pero estaba considerándolo seriamente. Aún no estaba tan desesperado...
Mis amigos se darían cuenta de lo qué pasó y regresarían y me liberarían, pensaba para mi mismo. Solo era cuestión de esperar.
Regresemos un poco.....
Todo comenzó cuando tuve que ir al baño. Bueno antes de eso hubo dos litros de refresco que Megan trajo a escondidas a la biblioteca. Lo admito, ya había bebido más de lo que debía tomar de la botella.
Durante esto, Jackson se sentó a un lado de mi, su olor a chocolate, flores y luz de sol invadía mis fosas nasales por completo cada vez que se acercaba a preguntar mi opinión
Cuando todo se tornó oscuro afuera, el personal de la biblioteca nos pidió que nos marcháramos y después de guardar todo, nos dirigimos al estacionamiento subterráneo, ahí nosotros 15 nos dividiríamos en los cuatro coches, ahí me di cuenta de que no aguantaría hasta la carretera, sin mencionar el camino hasta la hoguera en el cañón.

—Tengo que hacer pis — anuncié después de arrojar mi maleta a la parte trasera del auto de Jackson. Lindsay bajó su ventanilla, su auto y el de Jackson, ya estaban encendidos.

—Pensé que vendrías en mi coche, Harry — dijo ella, para después dedicarme una sonrisa cómplice. Ella sabía que quería ir con Jackson. Le devolví la sonrisa.

—Estaré pronto de regreso. El campamento no tiene baño.

—Hay muchos árboles y arbusto — comentó Jackson mientras cerraba el maletero de su coche. En su coche ya se podían ver tres personas dentro. Cuatro si contábamos a quien estaba en el asiento del copiloto. No. Ya no había lugar en el auto de Jackson. Al final tendría que ir en el auto de Lindsay. En realidad no había problema, tendría mucho tiempo para hablar con Jackson cuando llegáramos a la hoguera. No me describiría como una persona audaz a la hora de declarar amor eterno a alguien, pero tembloroso debido a los litros de cafeína en mi sistema y el aviso de Lindsay sobre Matt robándome a Jackson, que aún me aturdía, me sentía listo para hablarle de mis sentimientos, me sentía poderoso.

Corrí de regreso a la biblioteca por un pasillo, después por las escaleras y a través de un corredor con vista al parque. Cuando llegue al piso principal, una gran parte de las luces estaban apagadas.

Mientras me estaba subiendo la cremallera, las luces se apagaron. Grité, después me reí.

<<Muy gracioso chicos>>. Damián, el mejor amigo de Jackson, seguro había encontrado el interruptor, era típico en él.

Sin embargo, las luces continuaron apagadas y no escuché risas después de mi grito. Seguro tendrían detector de movimiento, moví las manos, pero nada. Después acerque mis manos hacia la puerta hasta que encontré el pomo y la abrí.

Saliendo me encontré con la luz de noche entrando por la ventana, esta me ayudo a encontrar un lavabo de manos. Después de lavarlas y secarlas me adentré al salón. En este solo había unas pequeñas luces al azar que iluminaban el camino. Todo estaba demasiado silencioso. Aceleré el paso.

La biblioteca podía llegar a ser más escalofriante por la noche de lo que imaginaba. El corredor con metros y metros de largo, entre cristales,comenzaba a centellear debido a la nevada de afuera. Si teníamos suerte, la nieve no arruinaría la hoguera y solo le daría un toque mágico, perfecta para hacer confesiones. Jackson no se sorprendería, o si? No, estuvo coqueteando conmigo toda la noche, escogió la misma etapa en el proyecto. No creo que haya sido coincidencia.

Llegué a la puerta y la jalé. Nada. Lo intenté otra vez. Nada de nuevo.

<<Jackson!>> <<Damian, no es gracioso>>. Presione mi rostro contra el vidrio, no veía a absolutamente nadie afuera. <<¿Lindsay>>.

Cuatro Paredes ~ Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora