Bathroom

43 6 0
                                    

Cierro los ojos y aparezco en el baño. Ahí te veo, desnuda y envidiando a las gotas de agua por que recorrían tu cuerpo. Adoraba tu figura desde la puerta: ojos marrones, boca carnosa, tetas que me enloquecen, caderas que mis manos ansiaban por recorrer, y esas hermosas nalgas.

-  Dios mio que vista - dije mientras sonreía

Me miraste sin sorpresa pero con deseo, esa pequeña sonrisa picara que siempre me servía de invitación se plasmo en su cara.  Sus manos empezaron a recorrer su cuerpo, desde el cuello, pasando por los senos, luego se juntaron en el estomago para terminar yendo hasta su vagina. Un movimiento leve pero precisó cambió la expresión de su rostro, sus labios se separaron y abrió un poco la boca para dejar salir un leve gemido.

- ¿Esperas una invitación formal? - dijo

Rápido me empecé a desvestir mientras aquel gemido leve tomaba más fuerza. Mi corazón palpitaba más fuerte, el deseo de ser yo quien los provocaba me tomaba, me dominaba. Finalmente entre a la bañera, las gotas se estrellaban con mi espalda y durante un momento nos miramos fijamente a los ojos. Sus manos se encaminaban sobre mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza,  mi mano derecha tomo tu espalda y la izquierda tú cabeza.

El deseo de ambos se desbordo y nuestros labios se unieron. Mi mano izquierda bajo desde ls parte de atrás de tu cabeza hacia el costado. El beso se prolongaba, yo mordía sus labios y ella me devolvía las mordidas. Nuestras lenguas de encontraban en lo que parecía un altercado para ver cual descubría más de la otra. Nuestras bocas formaban un pacto el cual no quería romper.

Mi mano derecha presionaba su espalda, y el espacio entre nuestros cuerpos desnudos disminuía. Sus pezones rozaban mi pecho, y mi pene se encimaba en su vagina. Tocaba sus nalgas y las azotaba, y como pago me dabas unas mordidas con más pasión. Mis labios eran suyos, estaban a su merced y ella lo sabía. Luego de tocar sus nalgas mi mano derecha subía para masajear sus pezones. Tocaba suavemente esos pezones, haciendo movimientos circulares y presionándolos un poco.

Mi boca toma una pausa y se va a su cuello, mi lengua tomaba cargo y lo recorría: de arriba para abajo punta de la lengua, como si del más delicioso helado se tratase. Con la cadera inicie unos movimientos hacia delante y atrás. La punta de mi pene rozaba con su clitoris, poco a poco estimulando su vagina. Esos gemidos aumentaban y con más fuerza. El rose continuaba y sus ojos me incitaban a más.

Mi mano derecha bajaba hacia su entrepierna y mi boca tomaba cargo de sus pezones. Los rozaba con mis dientes, y mi lengua con unos alrededor de ellos los seguían estimulando. Mi mano tocaba el clitoris con un poco de presión, eran unos movimientos verticales con suavidad y precisión. Sus gemidos aumentaban, cerraba su boca para ahogarlos pero el deseo la dominaba. Lentamente fui deslizando un dedo hacia su vagina, y un hondo suspiro acompañaba a mi dedo mientras iba más profundo. Primero lento, mi dedo entraba y salía, mientas le besaba todo el cuello

- Que rico - suspiraba en mi oído - no pares.

Mis hormonas se disparaban y mi deseo me consumía. Introduje otro dedo, ahora. Dos los que la perforaban. Mi mano se aceleraba y los gemidos eran continuos y más altos. Sentía como aparte de las gotas de agua en mi espalda, sus uñas me arañaban la espalda. Ya no podia aguantar las ganas, le saque mis dedos, cerré la ducha y con una voz casi de murmullo le dije:

- Recuéstate en la bañera.

Sus ojos llenos de deseo y una sonrisa luego de una mordida de labios me dejo saber que ambos sabíamos lo que iba. Sus manos pasaron de mi espalda a mi cabeza, y mientras se deslizaba para recostarse también me dirigía hacia su entrepierna. Coloque mis dos manos alrededor de sus muslos y levante un poco sus piernas. Mi boca hecha agua estaba lista para el manjar. Mi lengua se acerco al clitoris y con unos movimientos verticales empezó el show. De arriba hacia abajo, y succionando levemente con mi boca mientras presionaba mi cara contra su vagina. Los brazos me servían como soporte, y mientras más presión le hacia a sus muslos más me presionabas la cabeza con sus manos.

Moví mi mano derecha e introduje dos dedos. Esta vez no eran lentos los movimientos, eran rápidos y con presión mientras mi lengua se adueñaba de la parte más arriba. Sus gemidos eran una combinación de placer y unas palabras:

- Si papi
- Sigue
- No pares
- Ahí si ahí

Sus espalda formaba un pequeño arco y sus cadera tal volcán explotaban de placer. Yo continuaba, quería ver tus fluidos correr. Justo después un gran gemido sonó, luego silencio...

- ¡TIN TIN TIN! -

Era la alarma de mi celular. Me había dormido nuevamente en la librería. Cargaba tremenda erección, espero que nadie haya notado. Y ahora como me concentrare en la clase de biología si lo único que quiero hacer es volver a ese sueño?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 04, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Love of a Man by Maxgab_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora