Eres lo más importante para mi.

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Eres lo más importante para mi



Samuel




-Me siento mareado- Me confesó el pequeño, intentando contener la tos, después de haberle preguntado incesantes veces qué era lo que le ocurría. Era muy reservado cuando se trataba de mostrarse vulnerable.

- ¿Lo ves, cabezón?. Te dije que salir a caminar por la noche sin chaqueta te iba a traer consecuencias.- Le reproché y por un momento, me sentí como su madre.

-Pero... Es que tú- se mordió el labio titubea do entre si seguir hablando o callar. Optó por lo segundo, pero yo insistí porque quería saber qué era ese pensamiento que le había hecho sonrojarse.- Si me llevo chaqueta... tú no me abrazas por que hay gente por todos lados- intenté omitir que era obvio que hubiese gente por todos lados ya que L.A es una de las zonas más importantes, y que por ende, yo me mostrase más distante en público por miedo a que alguien se enterase de nuestra... relación. Pero antes de si tan siquiera poder decir algo, él continuó hablando.- Y si no me abrigo... me cobijas, dándote igual todo...- Me sonrojé, cosa extraña en mi, notariamente ante sus palabras, y es que era verdad; la seguridad de Willy me importaba sobre cualquier otra cosa, y por la noche, cuando hace frío, solo pienso en que él se podría enfermar, justo como ahora, y por inercia, intento transmitirle mi calor corporal con un gran y cálido abrazo.

Él continuó hablando, pero yo estaba demasiado metido en mis pensamientos.

"Realmente, él es lo más importante para mi"- Sonreí para seguidamente, negar con la cabeza.

-Vamos a la habitación anda... Para cuidarte, idiota, para cuidarte- Aclaré al ver como su boca se abría y sus mejillas empezaban a tornarse de carmesí.

-Pero te vas a resfriar por mi culpa...- Susurro con un hilo casi inaudible de voz, y si no fuese porque estaba a su lado, abrazándolo en la diminuta cama, no lo habría podido escuchar.

-No me importa, chiqui. Tu salud es lo primero...- Simplemente, cerró los ojos ante el contacto de mi mano con su mejilla.- Siempre serás lo más importante para mi. Por quien me levanto cada día, por quien sonrío a cada segundo, gracias a ti, a saber que estás conmigo, puedo mostrarme tal y como soy, con mis locuras y mis tonterías, sin miedo a nada... Sólo por ti soy como soy. Tú me haces brillar.- Deseaba continuar; prometerle que dentro de muy poco, nuestro secreto a voces saldría a la luz, porque teniéndolo a el me importaba poco lo demás, pero aparte de que él me interrumpió, me daba algo de miedo tocar ese tema...

-Vegetta, no me estoy muriendo...- Willy y su fantástica manera de matar el romanticismo.

-Serás tonto... Yo aquí, abriendote mi corazón, cuidando de ti, ¿y así me lo agradeces?- Agudicé mi voz, intentando parecer enfadado, pero al sentir sus labios contra mi mejilla, sonreí como si nada, y es que después de más de dos años, ya estaba más que acostumbrado a su bipolaridad.

-Te quiero, Samu- Era tan vergonzoso que aún después de habérmelo dicho mil veces, seguía sonrojándose cada vez que susurraba aquellas maravillosas palabras que tanto causaban en mi.

-Yo también te quiero, mi pequeño Willy- Lo abracé por la cintura y al poco rato me percaté de que su respiración se había hecho pesada, por lo que deduje que ya se abría dormido.

"Me es inimaginable el pensar que puedo vivir sin ti, a pesar de que lo hice por más de 25 años... Así que jamás me iré. Estaré contigo hasta que te canses de mi y me pidas que te deje ir, hasta entonces, estaré contigo... Porque te quiero demasiado"- Odiaba ponerme demasiado cursi, porque nosotros no eramos así, pero ver a Guillermo malo, de alguna manera, me hacía replantearme cómo de desastrosa, aburrida y horrible sería mi vida sin él.

Porque sí, porque lo que yo sentía era mucho más que un >>te quiero<<, porque cuando quieres una persona, duele su ausencia, pero... seguro que eso no alcanzaba lo que yo sentiría si Guille se va, en cambio, cuando amas a una persona, odiosamente tu vida prácticamente depende de si está a tu lado -siempre pensé que los humanos somos demasiado vulnerables si de este tema se trata- y juraría que mi vida, mi yo actual, depende de este pequeño que está aquí, entre mis brazos... Y en parte me aterraba.

-Te amo...- Susurré de manera inaudible, seguro de que estaba durmiendo.

Mas él incrementó el contacto entre nuestros cuerpos, escondiéndose en mi pecho. Prácticamente salté del lugar.

"Mierda"- Gruñí internamemte. Él no estaba durmiendo.

-También te amo- Y con una sonrisa de idiota, con un cuerpo que encajaba a la perfección con el mio, entre caricias, besos y abrazos, acabé dormido al lado de la persona que lo era todo para mi.

Eres lo más importante para mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora