𝓜𝓲 𝓝𝓪𝓬𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸

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Todos en la vida hemos pasado por una guerra, y si, no solo me refiero a guerras físicas también existen las espirituales, las cuales no podemos ver, pero si podemos sentir dentro de nosotros.

Ahora si comenzamos...

En este caso les contaré sobre la guerra espiritual que se remonta al día de mi nacimiento

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En este caso les contaré sobre la guerra espiritual que se remonta al día de mi nacimiento.

Una madrugada común y corriente, a las 4:00am del día 6 de septiembre del 2002 estaba mi familia descansando de un día anterior muy agotador de trabajo; vivíamos en el sur de la ciudad de Guayaquil conformados por 3 personas y una más que venía en camino (que en este caso era yo) a quienes llameros: Luz (Madre), Dave (Padre), Kathe (Hermana), Maik (Yo).

Aquellos días existía mucha felicidad en la casa porque ya estaban a la espera de mi gran llegada a este mundo , en mi hogar solo se percibía felicidad, pero claro, no todo iba a salir como mi familia lo tenía planeado. La señora Luz estaba descansando en su cuarto con Dave y Kathe estaba en otro cuarto con muchas ganas de ir al baño como era de costumbre todas las madrugadas aproximadamente a las 4:00am, entonces mi hermana comenzó a llamar a mi Madre: ¡MAMI! ¡MAMI! ¡MAMI!... quiero ir al baño; lo repitió por tres veces, a la tercera vez mi madre ya la había escuchado entonces le dijo: ¡Ya Kathe, anda al baño! A mi hermana siempre le gusta estar segura de que mi mamá le contestara para poder ir al baño sola y no sentir miedo; después de unos minutos que la pequeña Kathe hiciera sus necesidades, se acercó al dormitorio de mi mama y la vio que estaba con mucho dolor  y botando un tipo de líquido transparente (el cual era líquido amniótico) rápidamente Kathe se acerca a llamar a mi Padre que tenía un sueño super profundo ya que a él le gusta trabajar por las noches y llegaba bastante cansado (en realidad es de costumbre hasta en la actualidad) él se despertó muy asustado, pensó que había sucedido algo malo, hasta que vio a mi madre quejándose, rápidamente se levantó, se puso lo primero que encontró mientras llamaba a mis abuelos para que cuiden a Kathe. Luego de unos minutos salieron al hospital y a la pequeña Kathe la dejaron sola en casa hasta que lleguen mis abuelos y se queden con ella.

Después de unos minutos llegaron mi padre y mi madre a la maternidad, la cual se llama "Enrique Sotomayor". Mi mamá ingresó con gritos de dolor y desesperación para que la puedan atender de emergencia, hasta que la vieron unos enfermeros y la llevaron por fin a una sala donde la pudieron atender con un doctor; pero lo único que los médicos y aquel doctor hicieron fue decirle a mi madre es que todavía tenía que dilatar más, que aún no era el momento del parto; que ella debía de seguir resistiendo, pero las palabras de angustia de mi mamá eran: ¡No doctor, ayúdeme! yo siento que ya es hora de que yo dé a luz, ya me deben de ayudar con hijo por favor.

Pero los médicos negligentemente insistían: ¡no, todavía falta más! ; Mi padre angustiado, solo en un hospital donde el ambiente era de mucha tensión para él ya que ,¡su hijo venía en camino! y mi madre desesperada en una sala a punto de dar a luz pero aun así los doctores seguían resistiéndose a tomar asunto con mi venida porque según ellos todavía faltaba más. Aunque aquellos dolores y el quebranto de mi madre decían otra cosa. 

Los milagros que Dios hizo en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora