一Qué graciosa eres, Reverie, como para creer que dejar cartas de amor en un casillero sea un pecado.
︿no acepto traducciones a ningún otro
idioma sin mi permiso.
︿no acepto copias ni adaptaciones.
あ ' 🌷 . . ¡ANTES DE LEER! Por favor, tomen en...
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꒷꒦ ☻
La historia resulta extrañamente similar a lo que me está pasando. Las memorias repasan el recuerdo de las cartas y el regalo de San Valentín. 一¿Y ella sabe quién eres?
一Sí, nos hemos hablado en persona. De hecho, somos amigos 一carraspea la garganta, su respiración suena mejor a que cuando me llamó llorando一. Sabemos que nos gustamos y ella一¡ella...!
Suena adolorido.
一Cada vez que me promete algo, no lo cumple. Cada vez que voy a su casa, se está acostando con otra persona.
Después de todo, esto tiene pinta de que salté a la conclusión incorrecta. No es el culpable al que estoy buscando.
一Si sabes que te está haciendo daño, ¿por qué no mejor vas por alguien más? Date tiempo para arreglar tus sentimientos, lo que piensas.
一Eso intento, pero siento que estoy haciendo algo mal.
La historia narrada de este romántico empedernido me conmueve, al punto en el que oírlo hablar de su desamor por cinco horas no fue suficiente para mí.
一Te oí hablando con alguien toda la noche 一es la bienvenida de mi madre cuando bajo a la cocina, yo siguiendo el olor del desayuno一¿Quieres que siga pretendiendo que no tienes novio?
Le di un mordisco al pan tostado, ignorando el comentario de mi mamá y seguí leyendo la conversación que estaba en el chat.
Jeongin.
¡Ten cuidado! ¿Y si es un loco?
Minho.
¿Estás segura de que no es tu acosador?
Esa llamada sucedió el sábado por la madrugada. Por primera vez en mi vida, el fin de semana se me hizo insoportable y estaba deseando la llegada del lunes.
Para reunirme con Hyunjin.
一Así que realmente fuiste tú el de la llamada 一ni yo misma me lo podía creer. El que solía ser el desconocido, concordó conmigo el encontrarnos en el salón de música, en la tarde después de clases cuando nadie lo está usando. El cabello rubio del muchacho se mece un poco cuando una ventisca entra al salón, su espalda dando contra el sol de las cuatro de la tarde.
Quién lo diría. El amado delegado de la clase, el crush de la mayoría de las adolescentes, está teniendo problemas amorosos.
一Tú eres...Reverie, ¿no? 一estaba recostado en el marco de la ventana y se endereza cuando me ve一Gracias por recibir mi llamada el sábado...No sé qué habría hecho si quedaba abandonado con mis pensamientos esa mañana.
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