De vuelta

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Nota: aclaro, esta historia empieza antes del comienzo del Torneo de verano, en el tercer año de Miyuki, Kuramochi y compañía. Así que, si no has visto el Act II, ve a hacerlo para al menos no sentirte perdid@ al leerla.

Después del partido contra la preparatoria Haruryū, de la prefectura Gunma, Sawamura se encuentra caminando hasta las máquinas expendedoras en los dormitorios de Seidou. Aún siente el cosquilleo de la emoción en la punta de sus dedos. Debe admitir que ha pasado mucho tiempo de la última vez que se sentía bien con sus lanzamientos. Bueno, no del todo, pero al menos, un poco más de confianza en ellos. Tanta emoción que incluso no lo dejaron practicar sus lanzamientos para que no agotara innecesariamente sus energías. En realidad, ¿qué se puede esperar de un pitcher tan revoltoso y emotivo como Eijun?

Exacto, a pesar de las amenazas de sus senpai (en especial, Kuramochi) Sawamura estuvo lanzando como una hora y media en el campo techado. De alguna manera se las arregló para que nadie se diera cuenta que aún sigue ahí. Justamente en uno de los descansos que se planeó, fue a la máquina expendedora a sacar su refresco favorito. Incluso su mano temblaba al meter las monedas. ¡Qué bien lancé hoy...! Luego se acuerda de su disgusto y metió la última moneda sin problema. Gruñó, pese a su actuación sigue sin quedarse conforme; especificando más, a la cantidad de corredores que dejó que pasaran a tercera base. Aún gruñendo, tomo su bebida mientras camina de vuelta al campo interior a seguir practicando sus números, ya que Miyuki rechazó atrapar para él por una extraña razón. Al terminar de hidratarse, agarró su guante negro del suelo junto con la bola, ya manchada de tantos tiros.

Mientras lanzaba casi sin medirse, casi, su mente volaba repasando los últimos meses. Especialmente, en su primer año. Una bola mal tirada termina más allá de la red en la que lanzaba, al recordar el último out que tenían que cometer para ganar el pase a las nacionales.

"Si no hubiera hecho ese lanzamiento... Quizás..." sí, a pesar de lo que le digan, aún sigue creyendo que es su culpa que los de tercero no pudieran ir al torneo. "Y tal vez así Nori-senpai no se hubiera deprimido tanto, ¡Demonios!" Arrebató una bola contra la red con fuerza. "¡Tal vez yo no hubiera caído en la Yips!" Otra bola más. "¡¿Y tal vez sería un pitcher más digno para Miyuki-senpai?!"  Con un sonrojo fuerte ante ese pensamiento, lanzó la última pelota de la caja, la cual terminó más alejada.

"Idiota, idiota, idiota, ¡idiota! ¡Es obvio que no se iba a fijar en mí!" Siendo tan impredecible como siempre, en medio de su momento de coraje, lanzó varias pelotas al azar de otra caja. Una vez que se sintió algo más estable, recordó la mueca que tenía todos sus senpai cuando perdieron en la final. Gruñendo de frustración y otros sentimientos mezclados, comenzó a recoger las bolas. "Si hubiera sido menos idiota y tal vez un poco más consistente..."

Una vez ordenado todo el desastre, apagó las luces y cerró por fin el campo techado. Aún con el amargo sentimiento de aquella derrota, se dirigió a la habitación N° 5. Rogó con no encontrarse nadie en su camino. Por una extraña razón no se encontró con ningún compañero, cosas rara porque siempre podías encontrarte con uno o más por la zona de los dormitorios, entrenando. Inclusive al capitán. Dudoso, abrió su puerta con cuidado. Adentro, Kuramochi dormía plácidamente (con ronquidos por medio) en su cama. Sawamura dio un paso adelante y pensó que ya metió ruido cuando se fijó en Asada revolverse en su litera. Al final resultó que estaba murmurando cosas como "no quiero me persigas, por favor" asustado, entres sueños. Aguantando un suspiro de alivio, por fin cerró la puerta detrás sí, Eijun se cambió rápido su ropa de entrenamiento por su pijama. Una vez dentro de la cama cómoda, volvió a repetir el mismo pensamiento:

"Si hubiera sido menos idiota y tal vez un poco más consistente..."

Solo por un segundo, Sawamura creyó haber visto una sombra de aleteo proyectarse en la habitación a través de la ventana, quien arroja sutilmente pero persistente la luz de la luna. Alzando una ceja y con un puchero abandona sus pensamientos, que de vez en cuando, en medio de los entrenamientos, partidos de práctica y oficiales lo persiguen. Es algo que no pudo desprenderse por mucho tiempo. Después de remover las sábanas, encontrar una posición cómoda, cayó rendido ante lo que llaman los brazos de Morfeo.

. . .

La voz de Kuramochi, sumando a otra voz que no reconoció, y una patada suave a la altura de la pantorrilla hizo que finalmente despertará de un buen sueño a Sawamura.  Gruñendo de manera débil, abrió los ojos tratando de abrir su boca seca. "Quiero tomar algo..."

-B....Buenooos.. díassss, Kuramochii-senpaii..., Asadaaaa-kun..- saludó mientras se levantaba torpemente de su lecho. Escuchó la risa característica de su senpai.

- ¡Hyahahahhaha! ¿Quién es Asada? ¿Acaso te diste un golpe o es una nueva historia de shojō? Como sea, muévete antes que nos dejen sin desayuno.

- Pero Asada-kun es nuestro- se cortó al notar la habitación más pequeña de lo normal. Giró su rostro en dirección a la puerta.

- Buenos días, Sawamura-chan- el buen grandote de Masuko lo saludó antes de ponerse las zapatillas.

-¿Masuko-senpai?- Abrió sus grandes ojos, ahora en una tonalidad brillante y temblorosa a causa de la emoción que está sintiendo en ese momento.

¿Qué hace Masuko-senpai ahí, en su habitación?

-¡Oi, Sawamura! ¡MUEVETE ANTES Q YO MISMO LO HAGA!- la voz de Kuramochi lo despabiló, casi salió corriendo de la habitación 5 hasta llegar en medio del lugar.

-¡OE, SAWAMURA, ¿POR QUÉ ESTÁS DESCALZO, AH?!- reconoció en seguida la voz áspera de su superior, Jun-san. Giró su cabeza en su dirección tal cual como un perro o un gato, ya que estaba erizado del miedo. Isashiki alzó una ceja ante su confusa expresión. - ¡¿ACASO EL GATO SE COMIÓ TU LENGUA?!

Sawamura está al borde de un colapso mental, ¿Qué hacen Masuko y Jun-san ahí, en los dormitorios de Seidou? ¿Que no deberían estar en la Universidad? ¿Acaso es una broma de sus senpai? ¿Dónde están los de primer año? ¿También participan de esa broma? No, es imposible... Si los demás le hablaban, Eijun no los escuchaba; tan sumido estaba de sus pensamientos, intentando hacerse la idea que sus senpai de su primer año estaban ahí realmente. ¿Aunque a estas altura no están también en pretemporada...?

-¿Sucede algo, Sawamura? Estás pálido esta mañana- la voz tranquila y mañanera de su shishou, Chris-senpai, resonó y atravesó su remolino de pensamientos.

Abrió más sus ojos desorbitados al ver su senpai más preciado parado frente a él.

-Usted...- miró por encima del hombro de Chris y observó a varios senpai caminando hacia el comedor con rostros somnolientos.  Distinguió al Kominato mayor, Oni-san, al líder joven, Tetsu-san, Tanba-san, Sakai-san, etc., etc. Pero a ninguno de los de primer año. Palidiciendo más de lo que está preguntó: - ¿Dónde están los de primer año...?

-¿Uh...? Sawamura, todos están aquí- no supo en qué momento llegó al comedor, supongo que fue arrastrado por Kuramochi o Jun-san...

-¿Uh? ¿Ah? ¿Ahhh?- Eijun recorrió la mirada por todo el lugar, todos tomaban asiento con sus bandejas con su desayuno como si nada.- ¿AHHHHHHHHHHHHHH?

. . .

Última nota de la autora:

He aquí el primer capítulo, podría hacerlo más largo, pero sinceramente creo que voy a probar primero en este formato los primeros capitulos.

Cualquier sugerencia o cosa me lo dicen aquí, en este párrafo, por favor~~

Ehh... Supongo que... Esperen el siguiente capítulo?  Sjjdhdhdh no soy buena hablando, see you later :"D

Aquel veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora