Aquel verano

Antes

Sawamura mira atentamente, mientras disimula comer, a sus senpai. Cada uno de ellos comían como si nada, como si él nunca hubiera gritado hace un rato y empezará a rezongar nervioso. Han pasado más de quince minutos desde que se sentó-fue obligado en realidad- y no ha pasado nada, ni uno de sus kouhai ha aparecido por la puerta. Con su poca inteligencia intentó averiguar si realmente están gastándole una broma o no. Según él, no es el día de los inocentes o su cumpleaños. Se supone que ya ha pasado. Alzó la vista de su segundo tazón de arroz a su amigo y notó algo que lo dejó pálido.

-¡Ha-Haru-Haruicchi, ¿Qué le pasó a tu pelo? ¿Creció de una vez? ¿En una sola noche?!- señaló con un dedo tembloroso al flequillo del pelirosado.

-¿Qué dices, Eijun-kun? Mi pelo siempre ha sido así- respondió muy extrañado Haruichi, rascándose la mejilla con la mano libre.

-¡Es-Eso es...! ¡Pero si ayer lo te-!- un golpe en la cabeza, que casi corta su lengua, lo cortó a media frase. Al girarse, se encontró con el Kominato mayor con su característica sonrisa zorruna.

-Cállate, estás muy nervioso hoy, ah, y gritón- con la bandeja en manos, se encaminó a la encargada de la cocina.

-Pero, pero, pero- Sawamura intentó reclamar, pero fue interrumpido por otra voz.

-¿Qué pasa? ¿Muy nervioso hoy, eh? Aunque no tenemos un partido de práctica, hehe- la voz retorcida de Miyuki lo obligó a voltear su cuerpo, con su expresión gatuna usual, al dueño de la voz, quién está casi al otro lado del casino, junto con sus compañeros.

"Junto con los de segundo, ahora lo que pienso..."

-¿Qué año es?- soltó una vez que recuperó su compostura.

-¿Y ahora qué te pasa? ¿Ayer te diste un golpe en la cabeza o qué?- rechistó Kuramochi, pasando al lado de Eijun antes de llegar a la salida.

-Tal vez, ¡HAHAHAHAHAHA!- intentó reírse para ocultar su nerviosismo. Haruichi lo miró curioso y le dijo la fecha que están 'actualmente'.

Sawamura cortó su-nerviosa- risa escandalosa y se quedó de blanco. "Es el año de mi primer año..." Comió a toda velocidad su último tazón, dejó su bandeja a la encargada, y salió corriendo a su habitación. Todo el mundo lo observó hacer todo esa acción, más no le pusieron atención ya que estan acostumbrándose a esas actitudes repentinas del pitcher, a excepción de una persona. Ésta notó cómo había comido de una el gran tazón de arroz que se había servido Sawamura sin ningún esfuerzo. "Y eso que aún no se ha acostumbrado del todo hasta ahora..."  Pensó esa persona, cuyo nombre ya lo sabrán.

Eijun aterrizó a su habitación y buscó entre sus cosas. Notó que varias cosas que tenía ya no estaban allí, como los mangas que se había comprado o que le habían prestado. O incluso el llavero que le regaló Miyuki, que lo guardaba con recelo debajo de su cama, no estaba ahí. Casi lloró cuando se dio cuenta de eso. Era de los pocos gestos amables que vio en Miyuki. Tanteando donde se supone que tenía que estar, como esperando que apareciera de la nada. Revisó su guante, notó que varios desgastes que estaba acostumbrado de ver en él ya no hallaban. Inpeccionó más, notó varias cosas de Masuko-senpai en la habitación, parece que nunca se ha ido del pequeño espacio. La camisa con la banda favorita de Kuramochi que le regaló en su cumpleaños no estaba colgada en el colgador de ropa como recuerda el día de "ayer" antes de acostarse. El día de ayer. Sobre el escritorio, anclado a la pared, Eijun observó la fecha. Era justamente unas semanas antes del comienzo del torneo de Verano, ese de su primer año. "Muchísimo antes de que caer en la yips..."

Sudando igual que un loco, se sentó de forma tradicional en el centro de la habitación. Tratando de asimilar su realidad actual. "Imposible, ¿Viajé al pasado? ¿Así como Volver al futuro...?"  Sonriendo combinado con temblores, Sawamura trató calmarse. "Es imposible que haya regresado al pasado, es imposible" admiró sus manos, la zurda no posee tantas cicatrices como recordaba, ni se notaban tanto los callos que se había ganado del entrenamiento con el bate.  Apretó sus manos.

¿Necesitaba más razones? Sí había vuelto al pasado, justamente antes del comienzo del torneo. Abrió los ojos, los había cerrado para comprobar que sólo era un sueño y que despertaría en su habitación con un Kuramochi exaltado y un Asada asustado a su lado, pero no pasó nada, ni todo de su alrededor cambió antes de apretar los ojos. "Pero me acuerdo perfectamente todo lo que pasé..." Concluyó dudoso.

"Incluso cómo terminará..."  Mordió su labio inferior, sus ojos brillaron intensamente ante del coraje e impotencia  que siente al recordar cómo terminó el encuentro con Inashiro.

"No lo permitiré, haré que los senpai pisen el Koushien, definitivamente lo haremos" a pesar que no sabe cómo regresó ni el por qué, pero no desaprovecharía la oportunidad para hacer realidad el sueño frustrado de sus queridos senpai. Siente que se lo merecen.

-¡LO HARÉ AUNQUE ME MUERA EN EL CAMINO!-gritó con euforia, pensando que no hay nadie.

-¿Qué cosa, ah, bakamura? ¿Qué haces gritando en medio de la habitación, eh?- Kuramochi le aplicó una de sus llaves mortales.

-¡Kuramochi-senpai! ¡¿Qué hace aquí?!

-Pos, esta también es mi habitación, idiota- apretó su llave, lo cual hizo que Sawamura se rindiera enseguida.

-Pero, en serio, ¿Qué te sucede hoy?- soltó a Sawamura para mirarlo de frente.

-¡Nada en especial, Kuramochi-senpai! ¡Ya lo verás!- sonriendo desafiante, se cambia rápidamente para luego salir corriendo a los campos.

-Si que está loco ¡Hyahahahha!- con la misma sonrisa, Youichi se viste para el duro entrenamiento del día.

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Notas:

Desaparecí por un mes... Who cares it?

He aquí el segundo cap, espero que le gusten, lo escribí en una sola hora porque ya hace mucho que tenía la idea x"D

Siento que no tenga tantoooo momentos... Uhmm, shōnen-ai? Originalmente quería escribir sobre que pasaría si nuestro idiota Sawamura regresa, con todo lo que aprendió, antes del torneo de sus senpai.

Y bueno, a mi gusta el Miyusawa, so...

Cualquier cosa, me lo dicen por favor :"D

まったぬ。