Su corazón latía desenfrenado y nuevamente cayo la noche,nadie estaba para ayudarla.Sentía sus ojos arder por las lagrimas y la confusión
Su cuerpo estaba cansado,casi tanto como si hubiera corrido un maratón.Su cabeza era un un nudo de pensamientos apunto de estallar,dolía,no de nuevo.
Solía sentirse completamente sin fe,sin tener a nadie a quien suplicarle para poner fin a su tormento.Su deseo era tan simple, nada complejo tan solo deseaba paz.
Todo era una pesadilla,una puta pesadilla de la cual en varias ocasiones deseo despertar,pero ahí estaba esa sombra diciéndole que era real,ahí estaba asechándole desde hace años.
Solo le recordaba que su vida era un asco.No entendía que que era lo que quería,su vida ya no tenía sentido.El hombre delgado podía hacer lo que quería con ella,varias veces le dejo presente este hecho sin esfuerzo alguno.No había donde correr.
Sus lagrimas al fin se detuvieron.Su respiración se regulo y una expresión vacía se formo en su rostro.
Solo me sentare a esperar