Naruto entro a trabajar de medio tiempo para poder costearse su estudio ya que iba en su ultimo grado de Universidad.
Su amigo Sai le dio una tarjeta que ahí podía trabajar en el área de lo cual estaba estudiando.
Pero Naruto no sabia que Sai conoc...
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Sasuke salió para llevarse al rubio ¿Qué tenía que hacer ese tipo con Madara? Se acercó hasta donde estaban Juûgo y Suigetsu.
> ¿Pasa algo Bastardo?
> ¿Quiero que me investigues que está haciendo aquí Tonari? ¡Ahora!
El peliblanco salió rumbo a la casa para poder espiar a Tonari, sabía que ese azabache era de pocas pulgas no quiso montarle una discusión de a gratis ya que no era el momento.
Suigetsu observo cada lugar del corredor para llegar al despacho principal y no ser visto por ese tal Danzo que lo tenía atravesado por estirado.
Muy cerca se escucharon voces.
> Por aquí Madara-sama ya lo está esperando.
> Gracias.
Al llegar vio si tenía otra puerta adicional. Al estar observando.
> ¡Bingo! – Digo en un susurro el peliblanco.
> Pase. – Suigetsu se acomodó para escuchar por supuesto también iba a grabar la conversación de Madara con Tonari.
> Buenos días Uchiha-sama.
El azabache le hizo una seña para que se sentara y poder hablar.
> Algo de tomar Madara-sama.
> Puedes traernos té.
Danzo se inclinó y salió del despacho para poder hablar.
> Dime joven Otsusutki, ¿En qué te puedo ayudar?
Tonari se removió en su asiento ya que pensó que la plática sería muy fácil pero tener a ese hombre con esa expresión de mafioso mal encarada tuvo que tragar saliva para poder hablar.
> Mi principal motivo por el cual estoy aquí, es por Hinata Hyuga y mi Bebé, pero lo que a mí me interesa es mi hija.
La pose que tenía el azabache era de pocos amigos, era verdad que Sasuke dijera que la pequeña no era su hija, porque Si fuera así no la tendría con ella.
> Entonces me dices que esa mujer es una vil mentirosa.
> Así es Uchiha-sama, cuando se enteró que estaba en gravidez se fue de mi lado para poder engañar a su prometido para retenerlo.
> Muy bien. – Madara se levantó de su lugar fue a pararse frente del ventanal dio varios pasos para poder entender de una buena vez lo que esa mujer quería hacer.
Viendo el ambiente tenso el peliblanco se removió en su lugar ya que no miraba ninguna reacción en el azabache hasta que se le quedo viendo.
> Puedes llevarte a esa mujer y a tu hija, a mí no me interesa, no quiero verla en mi casa.
