Suena el despertador, son las siete y media de la mañana, cojo el móvil, quito el sonido y me dispongo a levantarme cuando me doy cuenta de que es sábado, una alegría tremenda, ya que puedo dormir unas cuantas horas más.
- Nora, vamos, despiértate - Oigo decir a mi madre desde el salón, hago que la ignoro y duermo un poco más, seguramente seguiría gritando mi nombre durante un tiempo largo, pero tengo sueño y no la escucho «o no quiero escucharla», me levanto a las doce, y me pongo a desayunar, mi madre, como siempre dándome el coñazo de por qué me levanto tan tarde y que no debería de desayunar a estas horas blablabla, la ignoro
- Hoy, tienes que ir a ver a la abuela, tiene ganas de verte, a ti y a Hugo- Dice mi madre, muy inquieta como siempre, Hugo es mi novio desde hace 11 meses, bueno, si se le puede llamar novio, yo al menos no lo llamo así, entonces cojo mi móvil y marco el número de Hugo
- Hola cariño, ¿qué quieres a estas horas?, es raro que me llames conociéndote -Dice, sabiendo que quiero pedirle un favor
- Era por si te apetece venir a visitar a mi abuela, por lo visto, tiene ganas de vernos- creyendo que me dirá que no responde muy entusiasmado que sí, que le apetece mucho venir, así que voy a mi armario y cojo unos pantalones pitillo negros, una camisa de cuadros roja y un gorro negro, me maquillo y me pinto los labios de rojo, cuando llaman al timbre bajo corriendo y lo veo ahí, plantado esperándome, él va con unos vaqueros y una sudadera grimey -muy guapo- le digo después de darle un beso
- No tanto como tú, bebé- no me gusta que me llame de tal manera, y aún así, él lo hace, le gusta picarme tanto como a mi me gusta que él lo haga, nos pasamos todo el camino muy distantes, como siempre, a mi no me gusta ser cariñosa, nunca antes alguien a conseguido que diga te quiero o algo parecido, llegamos a casa de mi abuela y ella está en la cocina preparándonos un colacao y unas pastas, se lo agradezco pero no quiero, acabo de desayunar en casa - cometelo ahora mismo, que te veo muy delgada - apela mientras me da el plato y el vaso, a regañadientes termino comiéndomelo, y hablamos un poco de como van mis clases y de mi relación con la profe de historia que tanto cariño tengo y me tiene
-Abuela, tenemos que irnos, a las cuatro he quedado con Laura para ir al cine y tal- la doy un beso y un abrazo y salgo por la puerta después de Hugo
- No me habías dicho que tenias planes esta tarde, pretendía invitarte a merendar- Dice con tono enfadado. - Puedes venirte si quieres, no creo que le moleste a Laura la idea de que vengas, el asiente y se viene a mi casa a pasar el ato hasta que llega la hora de irnos, cuando llega la hora, Laura me está esperando en el portal y bajamos, se sorprende al ver a Hugo pero sonríe, aunque forzadamente, lo noto -¡¡Hola Laura!!, como puedes notar viene Hugo, le he invitado yo, espero que no te moleste - informo con una sonrisa. -No, para nada- contesta, pero la noto rara, no se que estará pasando que no me estoy dando cuenta, apenas miro a Hugo ya que veo que tienen mucha comunicación hoy, soy muy celosa y prefiero pasar, cuando la peli acaba vuelvo acaba apenas sin mirarles, ellos parecen no darse cuenta de que existo y siguen hablando, y en algún momento cae algún abrazo, en fin, me estoy cabreando demasiado por lo que acelero el paso, cuando estoy llegando a casa noto presión en la muñeca, miro hacia atrás y tengo los ojos de Hugo clavados en mis pupilas - ¿Que quieres? - Espeto. -¿que te pasa Nora? Apenas te has acercado a mi en toda la tarde. -No me pasa nada, y ahora sueltame la mano que tengo que volver a mi casa, gracias - informo alargando la última 'a', de pronto, veo al chico del que estoy enamorada en secreto «no literalmente», apenas se algo de él, solo que es canario y que es el nieto de los dueños del bar de abajo de mi casa, se me escapa sin querer un 'ay, como está', Hugo me mira con cara de asesino y el canario se gira, dejando claro que lo que he pensado lo había dicho en alto
