CODEPENDENCIA O DEPENDENCIA EMOCIONAL

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¡Volví! Tarde como siempre y pido disculpas por los que me han dejado mensajes y no he podido actualizar, sin más ¡a leer!

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Una vez que se separaron Xue Yang salto la barda de la escuela, se deshizo del uniforme y se dirigió al lugar habitual donde buscaba algún prospecto, saco un cigarrillo y lo encendió, aún era temprano y había mucha luz así que probablemente le llevaría un rato encontrar a alguien, pero necesitaba dinero así que requería mas de un par para esa noche, alzo la mirada y vio a alguien que lo llamaba tímidamente, un donnadie, sonrió y camino hacia él.

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Al volver al aula la atención fue directamente a su rostro que aún estaba hinchado y rojizo, cuando su mirada se encontró con la de su mejor amigo este lo miro sorprendido y rápidamente camino hacia él, sostuvo su rostro y lo examino cuidadosamente teniendo cuidado de no lastimarlo más.

-¿Fue el?- dijo con voz grave reprimiendo su furia

-Fui yo de hecho - dijo apartando su mano con gentileza - fui molesto y me lo gane - dijo sonriendo

-eso no es gracioso, jamás debió... - acaricio suavemente donde estaba hinchado, su mano fue apartada de nuevo, una radiante sonrisa apareció frente a el

-Por favor Lang-ge – dijo con voz dulce - no hagas de esto un problema, en verdad fue mi culpa, así que no debes culparlo, fui obstinado como siempre...

-Ah-Cheng...-no pudo decir más ya que su amigo se había apartado de él, sentía la necesidad de buscar a ese maldito y romperle la cara.

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Llego la noche, el aire empezaba a enfriarse, restregó sus manos en sus brazos desnudos tratando de calentarse, solo había tenido un par de clientes y no le pagaron bien, deseaba encontrarse con ese cliente, pero no lo veía por ninguna parte, camino alrededor buscando a alguien más, pero el frio parecía haber espantado a todos, se resignó a que aquella noche dormiría en la calle, cuando la noche se adentró más se dirigió a la entrada del subterráneo, ahí por las noches solían reunirse las personas que vivían en la calle, era su último recurso, su estómago gruño furioso por no haber recibido comida desde la noche anterior.

-no seas caprichoso - pensó para sí mismo - no podemos darnos el lujo de comer todos los días - busco un rincón donde acurrucarse, aunque nadie se conocían, trataban de dormir lo más junto que posible para evitar el frio - aun así - dijo acurrucándose entre varias personas - a pesar de que no comí y no conseguí mucho dinero o un lugar donde pasar la noche, me siento satisfecho...-las palabras tímidas se repitieron en su mente, la mirada preocupada de aquel príncipe lo hizo sonreír antes de caer dormido.

El sonido de la sirena y la gente protestando lo saco de la profundidad de sus sueños, se levantó con pesadez, el subterraneo estaba a punto de abrir y no podían permanecer más tiempo ahí, saco de su bolsillo el escaso dinero que tenía, al menos le alcanzaba para comprarse una bebida caliente.

Después de asearse lo mejor posible en un baño público se dirigió a una tienda de conveniencia por esa bebida, con la bebida entre las manos tratando de calentarse, la frio matinal lo hizo estremecer.

-¡Yang-di! - se sorprendió al escuchar aquella voz, se giró solo para encontrar al príncipe caminando hacia él, su rostro ya no estaba hinchado y lucía un atuendo digno de la realeza ( o eso pensaba el) - Hola - dijo acercándose más a él y tomando su rostro entre sus manos - ¿porque estas tan descubierto? el invierno está comenzando...