Sukuna era despiadado, Yuji lo sabía, la maldición que estuvo habitando dentro de él hasta ahora se lo hizo saber en todas las oportunidades que tuvo.
No sabía cuándo había bajado la guardia, cuando lo dejó acercarse a Fushiguro. El realmente no lo recordaba. Habían lapsos muy cortos de tiempo en los que estaba con su amigo y "perdía momentáneamente la conciencia". El pelinegro solía restarle importancia diciéndole que tal vez estaba cansado.
Desearía haberse dado cuenta antes, de que esos dos estaban hablando.
No lo supo hasta que vio los ojos azules del pelinegro determinados, en una pelea particularmente importante contra un hechicero en la que iban perdiendo, Fushiguro solo lo miró, suplicando una disculpa silenciosa por qué sabía que el pelirrosa no lo perdonaría después de esto.
Yuji siempre pudo sentir el interés de Sukuna por su compañero, desde el fondo de su mente, cada vez que el mencionado estaba peleando, podía sentir a Sukuna completamente absorto en sentir la energía maldita de el mismo.
De alguna forma lo sabía, pero nunca se atrevió a preguntar, después de Shibuya, trató de hablar con él pero como era de esperarse no obtuvo ninguna respuesta por parte del rey de las maldiciones.
Solo una amenaza clara, que el mocoso de pelo negro no iba a vivir por mucho tiempo más.
Sukuna siempre cumple sus promesas.
En cuanto convenció a Fushiguro de invocarlo, y de pelear contra él para salvar la vida de Itadori, la sentencia de muerte sobre el Zen'nin fue marcada.
El hechicero contra el que combatían, aliado de Getou, quedó reducido a nada con solo un movimiento del rey de las maldiciones, quien ya no se veía tan similar a Yuji. Ahora era mucho más grande, con sus 4 brazos y ese rostro aterrador con la más grande de las sonrisas.
Libre, Sukuna era libre.
Megumi, quien estaba tirado justo a su lado, visiblemente agotado, trataba de recuperarse.
Se necesitaba muchísima energía maldita para lo que acababa de hacer.
Sukuna le lanzó una mirada de asco mientras lo agarraba para levantarlo y dejarlo a la altura de su rostro.
-¿No ibas a pelear contra mi, mocoso? -seguia siendo su voz. Yuji se sintió mareado, la energía maldita que emanaba era muy densa. El peligro que supuso la situación nublo su mente con pura adrenalina.
Megumi iba a morir en cualquier momento.
Se abalanzó contra él, hasta que fue detenido por una fuerza desconocida, la misma maldición lo miró fastidiado.
-En realidad hice un pacto con este tipo, no puedo matarte, ni dejarte intervenir en esta pelea. Pero me asegurare de que mires.
Sin saber como, Yuji se arrodilló frente a ambos. Megumi pareció aprovechar el momento de distracción para golpear a Sukuna y soltarse de su agarre, no se dió tiempo de mirar a su amigo, tal vez por última vez.
No tenía oportunidad. Itadori lo sabía y ahora estaba completamente obligado a ver cómo asesinaban a su amigo. Se sentía completamente desesperado. El tiempo pasaba realmente lento. Cada golpe que esos dos compartían se sentía como el último.
Sus demás amigos estaban lejos, librando otra batalla.
Estaban solos.
No había nada que pudiera hacer.
Nunca lo volvería a ver.
Una rabia sin precedentes lo atravesó por sorpresa. Estaba tan enojado con Fushiguro, por hacerle esto, por no darles más tiempo.
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The End Of Us
FanfictionItadori nunca pudo decirle. Y ahora estaba frente a él, a punto de morir. Pareja: ItaFushi (Itadori x Fushiguro) Advertencias: Muerte de personaje principal, spoilers del manga, angst sin consuelo, no hay final feliz.