Capítulo 1

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Harry Styles estaba de pie en la puerta del dormitorio de su ama de llaves. Tenía en la mano la nota que ella había dejado en la encimera de la cocina.

-¿Qué demonios es esto, Emma?-agitó el papel en el aire.

-Hola, Harry. Llegas pronto-dijo sin mirarlo mientras metía un suéter gris en una de las dos maletas que tenía abiertas encima de la cama.

-Te he preguntado que qué haces-entró en la habitación.

-Me marcho-se irguió y lo miró.

-¿Así, sin más? ¿A ningún sitio?

-No tengo otra elección

-Por supuesto que la tienes-agitó de nuevo la nota-. Solo tres frases-la acusó el-. <<Harry, tengo que irme. No vuelvo. Gracias por todo lo que haces por mi>>- arrugó la nota y la tiró a una papelera que había en un rincón-. ¿Podrías al menos decirme por qué?

Se dio la vuelta y tomó un sobre que había en la mesilla

-Esto llegó por correo hace una hora-entregó el sobre.

Dentro sólo había una hoja de papel, una carta de aspecto oficial con el membrete del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos. Revocaban su concesión de asilo político. Tenía que presentarse en su centro de San Antonio de inmediato.

-¿Qué demonios es esto?-repitió-.¿No tienes tarjeta de residencia? ¿No te han servido para esto todos estos años?

-Tengo permiso de trabajo y solicito la residencia, pero hay... retrasos. Muchos retrasos.

-No pueden hacer eso, no pueden mandarte de vuelta a Argovia.

-Pues así es-le quitó la carta, volvió a doblarla y la metió en el sobre.

Dejó el sobre en la mesilla y siguió haciendo el equipaje. La miró mientras se movía en silencio del armario a la cama y de vuelta al armario.

Aquello no estaba sucediendo, no podía estar sucediendo.

No podría arreglárselas sin Emma. Era la mejor. Recogía lo que él desordenaba, se ocupaba de su colada, cocinaba sabrosos platos cuando se lo pedía... y ni siquiera movía una pestaña cuando lo veía a él o alguna novia suya andando por la casa desnudos.

Era la perfecta ama de llaves. Silenciosa y competente y siempre tranquila. Se anticipaba a todas sus necesidades y se las arreglaba para ser casi invisible.

Jamás encontraría otra como ella.

¿Y qué pasaba con Víctor?

El primo de ella, Víctor Lukovic era su mejor amigo. Le debía a Víctor la vida. No podría que Víctor pensara que hacia echado a su prima pequeña.

-Emma

-¿Sí?

-¿Adónde vas?

Ella frunció el ceño y sacudió la cabeza. Después volvió al armario por una pila de deprimente ropa interior de algodón blanco.

-Entonces... ¿vuelves a Argovia?

-Jamás volveré allí- metió la ropa interior en la maleta más grande y la cerró.

-Pero si no vas allí, entonces...

-No hace falta que lo sepas- recogió un ordenador portátil que había comprado pocos meses después de empezar a trabajar para él y lo metió en un bolsillo de las maleta más pequeña.

Cerró también esa maleta y las puso en el suelo, después la grande.

-¿Sabes tú donde vas?

No hubo respuesta. Colocó las maletas una al lado de otra con una pequeña separación, después se metió ella en ese espacio y lo miró.

-Gracias por todo lo que haces por mi, Harry. Eres un buen jefe. El mejor- como siempre iba vestida de pies a cabeza gris.

No la había visto jamás con algo de colores. Tampoco de manga corta. Y llevaba blusas y suéteres de cuello alto desafiando por completo el verano asesino de San Antonio. Parecía tan... apenada. Perdida. Y sola.

-¿Has llamado a Víctor para contárselo? - preguntó él.

-No. Mi primo ya hace mucho por mi. No necesita un problema más.

-Emma, vamos...-sin pensarlo la agarró.

Ella se zafó de su mano y dio un paso atrás.

-Porfavor, tengo que irme.

Mala idea, a ella no le gustaba que la tocaran.

-Lo siento, no quería...

-No haces nada mal- dijo tranquila mientras agarraba las dos maletas-. Porfavor, déjame pasar.

-Vamos. Dame un poco de tiempo ¿vale? Antes de... desaparecer. Nadie va a venir a atraparte en los próximos diez minutos.

Dejó las maletas y murmuró algo en argoviano. Bajó la cabeza y después alzó la vista.

-Oh, Harry...

-¿Qué daño puede hacerte?- sonrió-. Un par de minutos para hablar...

-¿Para que? Es inútil...

-Emma, por favor- la miró intensamente.

-De acuerdo, adelante, habla.

-No me puedo creer que fueras a marcharte así y dejarme preocupado y preguntándome qué habría sucedido. Si no hubiera llegado pronto...- sacudió la cabeza incrédulo-. Ibas a marcharte y ya está, ¿no?

-Sí. ¿Ya terminamos la conversación?

La brillante idea se dibujó en su mente en ese momento mientras la miraba allí de pie, triste y perdida entre sus baqueteadas maletas. Sabía que hacer.

-Nos casaremos...

¿Qué?

Hola chicas, hasta aquí el capitulo de hoy, esperó y les haya gustado...
Buajaja las dejare con la duda de que pasara después.
No olviden votar y comentar...
Las quiero ( ˘ ³˘)❤
By: Ivette

Ps: Un beso para Daniela Reynoso

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2015 ⏰

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Unión sin amor H.S (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora