*Narra Niall*
Es bastante relajante acostarte en el cesped a ver el cielo azúl de Los Angeles (Ciudad) lleno de nuves, la brisa atraviesa mi camiseta por los espacios de las mangas y el cuello, es casi como un masaje sentir las corrientes de frio aire pasar por mi pecho, lo que hace estar aquí incluso mas relajante. Hoy cumplo mi segunda semana aquí, y a pesar de mi turbulenta llegada, esta última semana ha sido literalmente perfecta, lo último que pasa por mi mente es la vida que llevaba hace un mes en Irlanda, bueno, fue así hasta este preciso momento. No hay cosa que extrañe de ese lugar ahora que lo pienso, mi vida en Irlanda era... No se como definirla. Siempre tuve todo lo que necesitaba, comida, ropa, un techo... Todo lo material, pero a pesar de todo eso, jamas fui realmente felíz, y la razón es un poco obvia. Es muy difícil pretender ser alguien mas en frente de todos, y se que para muchos es ridículo decir 'Alguien mas', pero es así.
No eres tú el que se interesa por chicas, no eres tu el que se divierte hablando cosas indebidas de mujeres con tus amigos, tampoco eres tu el que se enamora de una mujer, eso es solo actuación, tu no te interesas en chicas ni nada de eso en realidad, pero tu mascara sí, la persona que finges ser sí. El hecho de tener que actuar como alguien mas para ser aceptado hace que la persona que eres en realidad se haga cada vez mas débil, y por supuesto hay un límite.
Por circunstancias de la vida, y por injusticia también, yo llegue a ese límite, pero tuve la suerte de reaccionar y darme cuenta de que yo estaba dejando que todo eso acabara conmigo, siempre me había quejado con la vida y reaccionado mal ante todo, pero jamás me puse en el trabajo de hacer algo para cambiar eso, yo solo lo dejaba suceder.
Todo se hizo complicado cuando de algún modo tuve el valor de ser sincero con mis padres, quienes no dieron la mas mínima muestra de piedad o compasión, simplemente creyeron que estaba 'enfermo' y que a punta de insultos, golpes y maltratos me iban a 'arreglar'. Fue un poco estúpido de mi parte haber hecho eso sabiendo que vivía en un medio homofóbico, pero no creo que hubiera podido resistir más, ni aunque hubiera querido.
Una par de noches luego de haber salido del closet, tenía golpes por todo el cuerpo, estaba encerrado en el cuarto y no salía de el por miedo a que me quisieran volver a golpear. Estaba tan desesperado que de alguna forma Selena llego a mis pensamientos, ella siempre sabía que decirme y creo que era la única persona a la que aparentemente le importaba un comino que tuviera el mismo gusto que ella. Esa misma noche la llamé, en Irlanda eran al rededor de las 7 de la noche, pero para Selena quien estaba acá en LA, eran alrededor de las 4 de la madrugada, aún así a ella no le importo madrugar de mas (Demasiado) para charlar conmigo un par de horas y hacerme sentir mejor, me decía lo que nadie mas me diría, y eso para mi vale mucho.
En el tiempo en el que Selena estuvo en Irlanda eramos casi vecinos, no eramos muy unidos hasta que entramos a la misma escuela, fuimos muy unidos desde entonces, hacíamos una que otra travesura juntos, ella de algún modo se dio cuenta de que tenía el mismo gusto que ella y su reacción, ¿Cuál fue? No me golpeó, no me insultó, no me abandonó, solo gritó '¡Siempre quise un amigo gay!' emocionadamente, creo que incluso algo terrorífico. Cuando estaba con ella no necesitaba ser alguien mas para caerle bien, hacíamos las típicas cosas que un gay haría con su mejor amiga, a veces incluso hablábamos de chicos, por mas gracioso y gay que suene eso. Creo que ella creyó que porque era gay me gustaban las muñecas, peinarse o pintarse las uñas, de lo contrario no me hubiera pedido que le hiciera un cambio de imagen, no salió como creímos que saldría. Resulta que esas cosas no son lo mio, me gusta el fútbol, la música electrónica, la lucha libre, las carreras, las cosas que le suelen gustar a un hombre, pero también me gustan los… Hombres.
Tengo muchos recuerdos con ella y todos son recuerdos hermosos y que guardo muy agradecidamente, incluso esas veces que tuve que consolarla porque un desgraciado jugó con ella, recuerdo bien al muy maldito, no le basto con engañarla y partirle el corazón, el siguió acosándola y ella bueno, sin mas remedio se vino a LA a empezar una nueva vida, lejos de el degenerado ese… pero lejos de mí también. A pesar de eso la distancia no nos separó, seguimos llamándonos y escribiendonos sin importar el hecho de que estábamos en continentes distintos, nos mantuvimos al tanto de la vida del otro y eso… esperen. ¿Yo que estaba contando?
