Yes, it's YOU |☦︎| 𝙱𝚞𝚗𝚐𝚘 𝚂𝚝𝚛𝚊𝚢 𝙳𝚘𝚐𝚜 |☦︎| ©

☦︎ девять ☦︎

Después de un par de arreglos finales se dirigió a su habitación a cambiarse por algo más hogareño.

Optó por un cómodo suéter de lana blanco y unos jeans negros ajustados. Depositó la ushanka en su lado de la cama con suavidad. Pasó sus manos sobre ella con adoración y sonrió con ternura.

Bajó presuroso las escaleras pero sin hacer ruido. Al llegar a la sala de estar pensó que tal vez agregar un poco de suspenso a estas alturas no vendría mal. Rió internamente al imaginar todas las posibles reacciones de la persona que, con impaciencia, aguardaba por él.

—Ya está todo listo pero ¿estás seguro Kolya? La curiosidad mató al tierno gatito. ¿Tomarás el riesgo?

Subió la cabeza al escuchar la voz ¿Juguetona? De su amado.

¿Lo estaba incitando?

¿Dónde estaba la jodida cámara de Sigma cuando hacía falta?

Eso tenía que grabarlo.

Repentinamente sintió calor, pero no de ese tipo, cochinos.

Era una calidez en su pecho.

Sonrió, le seguiría el juego.

—Miau.

Respondió, pícaro.

Se quitó la gabardina blanca, mojada debido a la caída. No quería mojar el pulido piso. Dos-kun lo usaría de trapeadora.

—Fedya, no olvidemos quién de los dos es el gato y quién el ratón.

Y dicho esto, entró.

Bien, él era el gato; pero uno estúpido.

¿Tan difícil era encontrar el jodido interruptor de la luz?

A

nte su respuesta el ruso suspiró al fin listo. Con un simple movimiento encendió las luces del hogar que ambos compartían.

La sala de estar estaba decorada con guirnaldas luminosas que mostraban un patrón entre el azul semejante al de los ojos de su amigo Nakahara y el verde que caracterizaba al tallo de las manzanillas. El juego de luces confería una atmósfera tranquila y seria pero con un incentivo a continuar el camino al que quisiera explorar más allá.

El pasillo que daba entrada al comedor estaba acompañado de adornos navideños clásicos y pequeñas luces blancas. El exquisito olor de la cena preparada se colaba por sus fosas nasales de forma agradable como invitando a acercarse, similar a ese conejo blanco que hizo a Alicia adentrarse en la madriguera.

El centro de la decoración, el comedor, era iluminado en dorado y rojo, a juego con el mantel carmesí con adornos de pinos verdes que descansaba estirado sobre la mesa.

Como un aperitivo los favoritos del ucraniano: Pirozhki. Como el principal algo típico de su patria: Ensaladilla rusa y Arenque bajo el abrigo. Y para acompañar, la botella de Russki Standart que logró recuperar de manos de su pareja a última hora y muy oportunamente.

—Ven Kolya. Tengamos una Uzhin como solíamos.

|•|Uzhin (última comida en las festividades rusas, como una cena)|•|

Necesitó unos segundos para que sus ojos se recuperaran después de ese cambio tan brusco.

Observó lo que tenía al frente.

Se caería otra vez si la gran puerta de madera no estuviese detrás de él.

Era...

Era...