La peste llegó de pronto al pueblo, arrebatando la vida a cientos de personas en su suspiro, entre esas vidas, la de ella; nunca me imaginé que debía enfrentarme a esto. En soledad asumo que aquí ya no hay nada para mí, debo aventurarme para nuevos mundos a cumplir los sueños sembrados en mí.
Después de mis aterradoras experiencias previas y armándome nuevamente de valor, comienza mi viaje, un viaje a un destino desconocido, a un lugar lejano al cual no estoy seguro de cuándo llegaré.
Me embarqué en esta aventura a sabiendas que puedo encontrar muchos peligros, pero tambien que podría descubrir cosas maravillosas ustedes se preguntarán si tengo miedo, la respuesta, queridos amigos, es un sí rotundo, pero no voy a dejar que el miedo me venza... no esta vez.
Sale el sol por el horizonte y comienzo a caminar. Un horizonte lleno de promesas, el canto del viento me anima a seguir adelante y me dice que todo va a salir bien; el aroma de las flores con el vaivén de la suave brisa que pasa esta mañana me saludan a mi paso y me acompañan en el comienzo de este recorrido. Miro hacia atrás y la nostalgia se apodera de mí, por dejar mi hogar, pero la incertidumbre de descubrir qué hay más allá me hace volver la mirada a la distancia y continuar.
Ansioso, me pregunto ¿debo volver?, por mis otras experiencias pienso: ¿será bueno dejar la seguridad de mi hogar, de mi pueblo, de mi familia... por un sueño?. Muchas son las dudas que me invaden en este momento, pero una voz interior me dice: "tómalo con calma" "tranquilo, sigue adelante, no estás solo, te acompaño en esto y no te dejaré... lo haremo bien..." . Acomodo bien mi bolso sobre mis hombros, ese de cuadros rojos y negros que mamá me regaló para mi cumpleaños 18 y que siempre llevo conmigo ahora que ella ya no está; va lleno de esperanzas, sueños, deseos y miedos por superar.
Levanta el día, un sol radiante me compaña en mis pasos, parece darme ánimos en mi caminar; oigo el trino de los pájaros y a la distancia un silbido lejano como murmullo en el viento, que me hace apurar el paso y me dice que ya estoy por llegar a mi primera parada, donde comenzaré mi aventura.
Dejando atrás sonrisas, llantos, seres queridos y anécdotas que durante estos años me han acompañado; observo el tren, que con sus colores vividos aumentan aun más mis ansias de conocer, de sumergirme en un mundo lleno de gratas sorpresas; sobreponiendome a mis miedos me subo en él.
Comienza lentamente su andar hasta que, poco a poco, va acelerando su paso... logro ir viendo alrededor los bosques tupidos de grandes arboles que rodean el pueblo donde he vivido, con colores vibrantes que dan sensacion de que viven en él seres maravillosos, aun desconocidos para todos, pero para alguien de buena imaginación, todo es posible... el tren alcanza una velocidad tal que las cosas que están alrededor comienzan a verse desfiguradas, sonidos como cantos de voces mágicas, como de silfides o elfos del bosque que poco a poco me arrullan y en conjunto con las imágenes desfiguradas de afuera me hacen caer en un letargo...
No sé si estoy dormido o despierto, si es un sueño o realidad, pero de pronto todo esta oscuro... trato de abrir los ojos en vano, siento que estoy cayendo por un agujero sin fin y todo gira a mi alrededor como si un tornado me hubiese succionado de golpe... escucho voces, sonidos que no conozco, veo luces aleatorias saltar a mi alrededor, o soy yo quien salta por las luces sin entender que sucede.

ESTÁS LEYENDO
Un Viaje Maravilloso
General FictionLa delgada línea entre la realidad y la fantasía es cruzada por el protagonista al comenzar un viaje en busca de aventuras y conseguir un mundo dentro de su mundo que lo llevará a cuestionarse su propia existencia.