ENCUENTRO DESCONOCIDO

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Un rugido profundo me hace despertar, no puedo creer lo que veo, algo que jamás en mi

vida había visto ni imaginado ver... rodeado por unos seres desconocidos, con rostros

parecidos a los de un de felino, con orejas grandes y ojos pequeños (supuse en ese

momento que no tendrían buena vista), su cuerpo era de humano; la piel era de un tono

rojizo y en sus manos habían unos dedos largos como espigas doradas que brillaban en

medio de aquella oscuridad.

Sin salir de mi adormecimiento, confundido, me pregunto:

— ¿dónde estoy? ¿Qué clase de criaturas son las que veo?, ¿qué harán conmigo?

Suspendido en el aire, veo como ellos caminan a paso lento; flotando y sin poder moverme

por voluntad propia, los sigo por un túnel hecho en piedra, un laberinto, algo como las

grandes caverna que deja la lava al secarse en el subsuelo; vamos ascendiendo y las

criaturas caminan en silencio, no se escucha ni un zumbido.

Logro divisar una luz más arriba de donde nos encontramos, al ir caminando parece

distante, pienso:

—"A este paso jamás llegaremos a donde está la luz. Ya quiero salir de este laberinto".

El aire se siente pesado, es difícil respirar, hace calor sofocante y sigo sin poder moverme.

Llegamos a la luz, pero para mi sorpresa no es la luz del sol... Es igual de brillante y fuerte,

pero es más caliente y aún no hemos salidos de los túneles, sigue siendo difícil respirar,

estoy comenzando a desesperarme,

— ¡necesito salir de aquí pronto!

Las criaturas dejan de caminar y yo, flotando en posición horizontal, no logro ver qué

sucede, solo veo la roca que hay por techo, antes estaba a unos metros de distancia, ahora

está a kilómetros y se ve más iluminada, se nota de un color marrón rojizo y lleno de

cavidades.

Escucho que hablan en un dialecto que no conozco, algo primitivo (o más evolucionado), y

no logro identificar ni una sola de las palabras o mejor dicho, sonidos que emiten, pero me

bajan al suelo y de alguna manera, ya puedo moverme, me siento despacio sin saber a qué

atenerme:

— ¿estaré a salvo?

Se me acerca uno de ellos, su rostro se ve más viejo que el de los demás y su vestimenta

es diferente, todos llevan túnicas naranja, menos él, su túnica es de color dorado con unos

símbolos blancos. Sus ojos me miran fijamente y coloca su dedo brillante en mi frente...

Un Viaje MaravillosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora