Capitulo 1

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Dedicado a davibri20

~Si el miedo llama a tu puerta ten confianza, ábrele y regálale unos dulces....~

El sentimiento de "me tenía que haber quedado en casa es horrible"... pero más horrible es no encontrar las palabras para describir aquel momento dónde todo empezó.

Es un día soleado y los rayos de luz se asoman por mi ventana y me es inevitable no sonreír ante la hermosa vista que puedo observar desde la silla de mi ordenador.

-Mackenzie, cariño baja es hora de la merienda.- grita mamá desde la cocina y el aroma a pastel de chocolate se cuela en mi habitación y un suspiro se escapa de mis labios

«amo el chocolate, me encanta cuando mamá hace su famoso pastel, pero lo que más amo es compartir tiempo con ella y disfrutar de una tarde soleada a su lado donde las risas son infinitas, pero todo momento se acaba y todo sol se apaga.»

-Mack se lo va a comer el gato si no bajas ya.- puedo escuchar las risas de mamá al decirlo y algo dentro de mi se siente feliz por tenerla a ella a mi lado.

-Voy mami.- bajo las escaleras corriendo y mis pequeños pies casi me hacen tropezar pero mi mamá es más rápida y evita que me caiga.

-Lo siento, soy un poco torpe y...

Ella me hace una seña para que guarde silencio.

-No te disculpes no ha pasado nada y no eres torpe, eres la niña más inteligente que conozco.

-Mamá solo dices eso porque soy tú hija...

-No, ahora cambiemos ese tema y prepare tú pastel favorito.

Mis ojos se iluminan ante las palabras de mi madre y no puedo evitar soltarme de su agarre para ir corriendo a la mesa donde yace un pedazo de pastel para mí, devuelvo la mirada hacia mi madre y la veo sonreírme y en ese momento era tan feliz.

-Pense que no bajarías y tu pastel se lo iba a comer el gato.- dice mamá entre risas.

-No hay ningún gato, no tenemos gato.- le digo mientras me rio de sus locuras y me llevo un pedazo de pastel a la boca y la combinación de sabores es divina solo mi madre sabe cómo hacer el pastel que tanto me gusta.

Suena el timbre y se que ya me tengo que irme pero algo dentro de mi no quiere irse pero se que debo ir con papá o si no papá se enojara con mamá porque no me quiero ir con el y luego mamá se pondrá triste y a mí no me gusta ver a mi mami triste o llorar por mi culpa.

Escucho los pasos de mamá y el sonido de la puerta ser abierta para luego escuchar unos pasos que se aproximan a la cocina.

-Hola, princesa.- mi papá habla y quisiera levantar la mirada para verlo pero algo dentro de mi no quiere.

Por unos minutos me desconecto del mundo y me pierdo en el país de los sueños que vive dentro de mi.

-Princesa, te he traído un pequeño detalle.- dice papá a lo que yo levanto la cabeza y aunque no tengo ganas me obligó a sonreírle para no ocasionar problemas.

Papá saca una pequeña caja larga y me la extiende yo con un poco de duda la agarro y la abro lentamente para luego levantar la mira y buscar los ojos de mi padre que muestran ilusión y felicidad y me es inevitable no cruzar mi mirada con mi mamá.

No, puedo creer lo que tiene la caja eso es mucho, o tal vez es poco para alguien como mi padre y tal vez yo ya no esté tan acostumbrada a ese tipo de regalos.

Vuelvo a dirigir mi mirada a la pequeña caja que está entre mis manos y me es imposible no contemplar el collar que yace en ella.

-¿Te ha gustado princesa?

Mentiras PerfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora