Meet me by the seashore || Charlie Gillespie

Aeropuerto

-¡Apúrate que perderemos el vuelo!- gritó mi madre desde el piso de abajo.

 - ¡Ya te dije que ya casi estoy!- trate de gritar con la poca energía que me quedaba debido a la noche anterior; mi fiesta de graduación. Lo sé, ¿quién viaja exactamente un día después de su fiesta de graduación? Pero esto se debe a que mis padres decidieron que el mejor regalo que podrían darme debido a que logre finalizar la preparatoria sería un viaje al lugar favorito de mi madre: Hawaii, sinceramente no me quejaba de esto, pero hubiera preferido que todo ese dinero invertido me lo obsequiaran para poder comprarme un set de acuarelas o tal vez para poder adoptar un perrito. En fin, los gritos casi inaudibles de mi madre comenzaron a escucharse cada vez más lejos y me di cuenta que era hora de bajar para poder dirigirnos al aeropuerto, así que con toda la poca fuerza que tenía cargué mi maleta con un brazo y coloqué el estuche de mi guitarra en el otro brazo.

El camino al aeropuerto era de aproximadamente 45 minutos, y lo único que podía pensar es que los tenía que pasar escuchando los regaños de mi madre por beber de más la noche anterior y honestamente no estaba de humor para eso, así que la solución más sensata que se me vino a la mente es que podría fingir que dormía mientras escuchaba música mientras escuchaba música con mis audífonos. 

Honestamente no quería escuchar ninguna canción en específico así que puse una playlist que mi mejor amiga Candace tenía en su perfil . Inmediatamente apreté el botón de aleatorio para que la música comenzara a reproducirse. "All eyes on me" by Julie and the Phantoms cast comenzó a escucharse a través de mis audÍfonos, ¿enserio Candace? ¿Canciones de una serie para niños? Honestamente no tenía nada en contra de esa serie por que no la había visto, a pesar de que Candace me haya dicho más de cincuenta veces, pero simplemente no me llamaba la atención verla. Sabía que tendría que hablar seriamente con ella acerca de sus gustos musicales. Me di cuenta que realmente no tenía ganas de escuchar música en ese momento así que me deje los audífonos puestos sin ninguna canción en reproducción, y lentamente se fueron cerrando mis ojos para finalmente quedar dormida por lo que quedaba de camino al aeropuerto.

-____ despierta, ya llegamos- 

-¿A Hawaii?- murmuré mientras trataba de abrir los ojos desconcertada.

-No babosa, al aeropuerto. Así que levántate y agarra tus cosas de la cajuela para que podamos ir a registrar nuestras maletas-

-Aghhhh- Fue lo único que pudo articular de mi boca antes de que mi madre me mirara como si quisiera ahorcarme con sus manos.

El aeropuerto estaba llenísimo, tal vez era debido a que las vacaciones recién comenzaban y todos por alguna extraña razón tenían algún tipo de urgencia por salir de viaje. 

Trataba de seguir el mismo paso de mis padres a través del aeropuerto, lo cual se me hacía un poco difícil debido a la bola de personas que me daban leves empujones al momento de caminar hacía su sala de espera para poder abordar. Mi mente trataba de concentrarse para que no perdiera de vista las siluetas de mi papá, que era el que estaba más cerca de mí, hasta que de la nada me di cuenta que me encontraba sentada en el piso con mis cosas tiradas a una pequeña distancia de donde yo me encontraba. 

-Mierda- Murmuré mientras buscaba con la mirada al causante de que terminara en esa posición. Mis ojos se encontraron con un chico de aproximadamente ¿20,21,22 años?. Tenía el cabello castaño con pequeñas ondas que caían en su hombro, cejas pobladas y una sudadera naranja brillante. Sinceramente era demasiado atractivo, pero eso no justificaba el hecho de que por su culpa estuviera en el piso y que haya perdido a mis padres de vista.

-Perdona no te ví, ¿Estás bien?- Dijo mientras trataba de sujetar torpemente 4 maletas que a simple vista se veían demasiado pesadas, en sus hombros y brazos.

-Tal vez estaría mejor si no estuviera tirada en el suelo a punto de perder mi vuelo- Respondí al mismo tiempo que suspiraba de manera exagerada y me ponía de pie para poder recoger mis cosas del suelo. Honestamente no tenía tiempo para entablar una conversación con el chico guapo y misterioso de estatura dudosa, así que solo me dispuse a caminar rápido para poder alcanzar a mis papás, que por cierto, ya se encontraban lejos de mí. Después de unos 2 minutos caminando llegamos a la sala de espera que correspondía a nuestro vuelo, justo a tiempo para abordar. 

Ya que me encontraba sentada en mi asiento correspondiente pude respirar en paz, lo había logrado, no habíamos perdido el vuelo por mi culpa. 

Continuará...