♡ Descansa ♡

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Un relámpago dio inicio a una tormenta, las gotas impactaban sin mucho cuidado en el ventanal del local donde trabajaba, para después deslizarse dejando un rastro cristalino hasta morir en el borde metálico, creando así siluetas distorsionadas.

El cielo se pintó de gris y la ventisca se sentía fría pero a la vez refrescante. No era temporada de lluvias y ni siquiera estaba cerca, pero en su mayoría le agradaba, claro, si estuviera en casa arropado y acompañado de una humeante taza de café. Ahora debía esperar a que la lluvia cesara para volver a casa y descansar de una jornada agitada.

Su empleo no era algo difícil o pesado pues trabajar en una tienda de discos y renta de películas era bastante sencillo, sin embargo era complicado lidiar con clientes “especiales” ya que estos se empeñaban en hacerle perder el tiempo en buscar discos que ni siquiera iban a comprar al final de cuenta.

Yoongi no se consideraba una persona socialmente estable, ni siquiera una persona con una vida extravagante o sorprendente. De hecho, hacía mucho que no se sentía emocionado por algo en su vida. Sí, tenía trabajo, casa, un auto, a sus padres y un hermano que adoraba, pero la rutina lo había sobrepasado y ahora incluso se sentía agotado física y emocionalmente.

Sorprendentemente había pasado un rato ensimismado en sus pensamientos que cuando se dio cuenta la lluvia había parado considerablemente. Una vez que él y su compañero cerraron el local, se despidieron sin más, Yoongi subiendo a su auto, con un suspiro cansado emprendió camino.

Aún se podían observar en lo alto algunas nubes tapar el sol, las gotas seguían cayendo con menor intensidad, pero provocando que accionara el limpiaparabrisas par una mejor visión de su camino. Pero lo que no pudo alcanzar a ver o más bien reaccionar es una pelota atravesarse con rapidez y seguido de ella un niño quien intentaba tomarla.

Todo pasó tan rápido, el volantazo que dio Yoongi fue suficiente para hacer rechinar las llantas en el asfalto, el padre del niño apenas pudo salvarlo de la desgracia mientras el auto volcaba una y otra vez hasta detenerse a unos metros con las llantas hacia arriba. De repente, los gritos buscando ayuda no se hicieron esperar y Yoongi apenas y era consiente de lo que pasaba a su alrededor.

Yoongi pronto sintió un líquido bajar por su sien y otro más por su nariz, un zumbido en su oído le impidió escuchar con claridad la ambulancia y las personas preguntándose si estaba bien.

—Chico, te sacaremos de ahí, aguanta
Pero eso había sido lo último en escuchar antes de que todo se volviera obscuro de repente.

Todo parece un sueño.

Zumbidos llegaban de nuevo y sus ojos entrecerrados visualizarlo una luz inmensa cegando sus ojos, causando que volviera a cerrarlos. No sentía su cuerpo, no sentía nada.

Todo es un sueño.

Algunas voces parecieron llegar a su cabeza, pero parecían todas distorsionadas, lejanas. Quiso moverse de nueva cuenta pero su cuerpo no quería responder.

¿Dónde estoy?

Pronto se vio en el mar, la arena en sus pies y el mar llegando apenas a sus dedos, pero no lo sentía. Corrió hasta adentrarse y darse cuenta de que el agua ahora le llegaba hasta el cuello.

Yoongi.

Escuchó una voz angelical, una que acarició suavemente sus oídos y nadó aún más adentro del océano.

Min Yoongi.

Nadó y nadó hasta que pronto se sintió sin aire, buscó desesperadamente como salir, nadó de regreso pero parecía que mientras más hacía el esfuerzo más gastaba su oxígeno.

Descansa [Y.M] OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora