San Valentín ha llegado, y JiMin, un chico universitario a parte de recibir dulces de sus amigos y conocidos en ésta gran fecha, nunca imaginó que podría captar la atención de alguien a tal punto de recibir su confesión de amor por medio de una cart...
14 de febrero, el día donde flores, dulces, detalles, tarjetas y regalos son entregados de manera directa o anónima a los enamorados y amigos. Se presentan confesiones de amor, unas ya esperadas y otras no.
Su finalidad, confesarle a esa persona especial lo que sientes por ella.
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La alarma en su celular indicaba las 7:40am, hora en que debía salir de su hogar para poder llegar a tiempo a su clase de ese día a las 8:00am, al estar tan cerca de la universidad podía darse el lujo de caminar hasta ella y de una vez ejercitar las piernas.
Se encontraba en el cuarto semestre de Ilustración Artística en la universidad de Seúl. Como amante del dibujo y las manualidades, disfrutaba por completo su carrera, poder expresarse por medio de dibujos, pinturas, papel, objetos y el baile, esto último gracias a que está inscrito en el grupo extracurricular que ofrece la facultad de Bellas Artes, le hacían sentir libre, feliz de poder demostrar sin palabras su perspectiva de las cosas al mundo. Lo que aún no le ha terminado de gustar son las materias de humanidades, o más conocidas como "materias de relleno" no le encontraba mucha ciencia estar viendo ese tipo de materias cuando ni van con la carrera, pero bueno, toca tomarlas si es que quiere su titulo universitario.
Como artista, también tiene su toque personal, los detalles miniatura, los colores pastel y los destellos brillantes dibujados a mano en la esquina inferior derecha de sus obras son su firma, esto también es reflejado en su forma de vestir, ropa sencilla de tonos pastel y colores claros, pero con pequeños detalles en una manga, en su pecho o sus hombros, anillos plateados en dos dedos de cada mano, aretes medianos en forma de cadenas pequeñas cayendo en vertical del mismo color, y converse a juego. Sin olvidar sus peculiares tonos de cabello que cambiaba cada tanto, siendo el último el color naranja pastel.
Se podría decir que es muy quisquilloso y psicorrigido con lo que respecta así mismo, pero esto no significa que lo sea con los demás, es muy respetuoso y a su vez tímido gracias a la popularidad que ha generado en su carrera por sus obras, no le gusta mucho ser el centro de atención cuando esta en el salón o en el pasillo, recibiendo saludos, halagos, regalos de admiradores que amablemente devolvía siempre, haciendo afortunadamente que no le volvieran a dar detalles como en un inicio, en esos momentos incómodos sus grandes amigos TaeHyung, JiSoo y Jin llegan a su rescate, llevándoselo a un lugar espacioso y poco concurrido para charlar sobre su día o lo que harían el viernes por la tarde o el fin de semana.
Por mucho que le parecieran una perdida de tiempo la mayoría de las materias de relleno, no se podía quejar mucho, la verdad todo es muy tranquilo ya que al estar todas las carreras mezcladas no lo reconocen y además es en las únicas materias donde puede estar con sus tres amigos debido a que ninguno excepto Tae pertenece a su carrera.
Ya después de haber saludado debidamente al portero y la recepcionista, pasa la máquina de identificación con su carnet estudiantil, y se dirige a los ascensores, el lugar esta tan concurrido como siempre, aunque no podía negar que se sentía una agradable energía en el ambiente, claramente él sabe que se debe a que es un día esperado por muchos, San Valentín, si no ha tocado el tema antes es porque esta un poco desubicado debido a que se desveló anoche haciendo el pequeño detalle que le tiene a sus mejores amigos, ya que este día no es solo para los enamorados, sino también para las amistades verdaderas, y él siendo tan detallista no podía dejar de lado a sus amigos.
Cuando ha llegado al cuarto piso sale del ascensor y se dispone a ir a su salón correspondiente donde tendría clase de Emprendimiento, pero antes de poder llegar a la puerta un chico le obstruye el paso, desconcertado está a punto de pedirle permiso ya que no lo deja avanzar, cuando se da cuenta de la pose tímida que tiene éste.
-¿Estás bien? ¿Te puedo ayudar en algo? -el chico atinó a levantar la cabeza y devolverle la mirada acompañado de un leve sonrojo, manteniendo sus manos atrás. Le iba a volver a preguntar cuando este respondió.
-Sé que no te gusta que te den regalos, pero, espero aceptes el mio -paso adelante sus manos mostrando varios broches de color negro que tienen relación con cosas oscuras y magia negra.
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-Tu amigo TaeHyung me ha asesorado con tu regalo -soltó una sonrisa a medias mientras miraba a un petrificado JiMin que frunció el ceño al escuchar el nombre de su amigo salir de los labios ajenos -Él me contó el gran gusto que tienes por las artes oscuras, la magia negra, y los pines, pero que prefieres no vestir nada referente a ello en público, aún cuando te encantan este tipo de cosas -empujó suavemente el pecho contrario con sus manos para que recibiera los pines, lo cual hizo sin entender mucho la situación, de lo que si tenía más que claro es que su amigo se iba a ganar un buen golpe por llenar de mentiras a un pobre chico de primer año solo por diversión.
-Muchas gracias... -hizo una pausa para saber al menos su nombre ya que nunca lo mencionó y solo lo había visto de lejos unas dos veces máximo.
-Jeong-in... -sonrió de oreja a oreja aún con un leve sonrojo mientras jugaba con sus propios dedos -Aunque me puedes llamar I.N si quieres -.
-Muchas Gracias I.N por tomarte la molestia de comprarme esto... que tanto me gusta... -dijo mientras pasaba su vista de donde descansaban los pines hasta el rostro del muchacho, con una sonrisa comercial, que sabía que solo su familia y amigos podían reconocer como falsa.
-No es nada, enserio quería esforzarme con mi regalo de San Valentín para que me lo recibieras -aún con la tierna sonrisa se reacomodó la maleta, dando a entender que ya se iba -Me alegra que te haya gustado. Voy tarde a mi clase, me imagino que tu también, ya no te quito más tiempo, ten un buen día y que la pases bien. ¡Adiós! -esto último lo dijo mientras se alejaba y movía repetidamente su mano izquierda de lado a lado.
JiMin le devolvió el gesto con su mano derecha para después mirar la otra donde reposaban los pines, soltando un suspiro y una risita.
-Tan infantil como siempre, Kim TaeHyung -.
Mantuvo los pines en su puño, mientras se arreglaba el flequillo y procedía a entrar a la clase que ya debería estar a punto de empezar.
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