Belafast: Sangre de mi sangre

Miradas al pasado

Valaquia: 1462
Castillo de Poenari
Es un extraño día en este castillo antigua residencia de la casa Dácula, los gritos de una mujer en labor de parto resuenan en las paredes, mientras un hombre de largos cabellos ni muy rizados ni muy lacios con un frondoso bigote y una nariz garchuda, da mil vueltas frente a la puerta de dónde proviene el grito de la mujer con una gran angustia, pues su heredero está por nacer. De la nada, su inquietud es interrumpida por las parteras que salen de la habitación, anunciando con alegría al padre que la criatura nació fuerte y sana.
Partera: ¡Es un niño! ¡Es un niño!
Partera II: Príncipe Vlad, lo ha logrado.
En efecto que del gran Vlad Drácula Tepes se trata y sin más preámbulos, entró corriendo a ver a su primogénito.
Justina: Amor mío, mira a nuestro hijo, es saludable y se parece un poco a ti.
Vlad: Mi hijo, mi primer hijo.
Justina: ¿Cómo debemos llamarlo Vlad?
Vlad: Me gustaría que se llamase como yo; Vlad.
Justina: ¿No crees que deberíamos ponerle otro nombre?
Vlad: ¿Acaso no te gusta mi nombre?
Justina: No es eso, es solo que... Pienso que cómo tu padre se llamaba Vlad y después tu también te llamas así que, quisiera ponerle otro nombre.
Vlad: ¿Cómo cuál?
Justina: Me gusta el nombre de Minhea
Vlad: Bueno, si a ti te gusta ese nombre, creo que sería mejor ponerle así. Mi pequeño hijo Minhea Drácula.
Castillo de Drácula: época actual
Por las almenas del castillo, el ya coronado rey Vlad Drácula Tepes, camina con la mirada perdida en el orizonte cuando Adrián interumpio sus pensamientos.
Adrián: ¿Sucede algo padre?
Drácula: ¿Qué te hace pensar que algo está mal Adrián?
Adrián: Pues por qué usualmente en este día, siempre pareces... Triste, melancólico o algo así
Drácula: No sé si estés listo para que te diga el por qué hijo mío
Adrián: No creo que sea algo tan grave
Drácula: un día como hoy, nació tu hermano mayor, mi hijo que estaba destinado a reinar en Valaquia. Y no puedo evitar pensar en todo el tiempo que pasé con el
Adrián: ¡¿Qué?! ¡Eso no puede ser posible, dijiste que mi medio hermano Dorian había muerto al nacer! Además, hoy no se conmemora su muerte
Drácula: Y así fué, primero me casé con la hija ilegítima de Juan Hunyadi el gobernante de Batrabia que fue quien murió con tu hermano mayor Dorian. Pero después, me casé con Justina Szilágyi, con ella tuve a mi hijo Minhea Drácula eso fue mucho antes de que tú nacieras.
Adrián: Entonces yo no soy tu heredero, entonces mi nombre debería de ser Adrián Drácular
Drácula: Nunca te atrevas a decir eso ni en broma Adrián, eres tan Drácula como yo, tu abuelo, bisabuelo y así hasta llegar a Vlad primero.
Mientras tanto, en el gran castillo de Infernalia, Belafast pasea por sus pasillos junto a su esposa Scarlet, corren juntos tomados de las manos mientras sus hijos estudiaban con Samael.
Samael: Bien Santrael dime el nombre de este castillo y su señor
Samael había señalado Monte Negro en un mapa que había sobre una mesa en el patio de Infernalia
Santrael: Es Monte Negro y su señor es mi tío abuelo Lord Sargatanas Sargatanae.
Samael: Perfecto hijo. Ahora Leartnas, dime el nombre de este castillo y su señor.
Samael dirijió su mano a su antiguo hogar.
Leartnas: Es... Bran y su señor es... ¿Baphomet Blak?
Samael: Muy mal, muy mal, ese es Guarda Montaña y su señor es mi padre Nergal Moorack. Tienes que repasar tus libros y los mapas en la biblioteca así que ve
Leartnas: Lo siento maestro, es solo que escuche a unos guardias hace unos días diciendo cosas terribles de mi padre
Samael: ¿Qué les escuchaste decir?
Leartnas: Que mi padre era un... Un...
Samael: ¿Un qué?
Leartnas: Un humano.
Samael: Eso no es ningún secreto joven príncipe. Todos tenemos un pasado y su padre no es la excepción. Hubo un tiempo en qué su padre antes de ser el demonio conocido como Belafast Satanae príncipe del infierno y rey de Satania, era un humano llamado Missael Witcherson.
Leartnas: Pero ¿No estamos destinados a destruir a los humanos?
Samael: ¿Quién te dijo tal falacia?
Leartnas: Mientras intentaba estudiar en la biblioteca, encontré una biblia y por curiosidad la leí.
Samael: ¿Qué?
Leartnas: ¿Tan sorprendente es que haya una biblia en Infernalia?
Samael: No, pero me sorprende que estuvieses en la biblioteca, ese lugar para ti es casi como un templo de Yavhé para nosotros.
Leartnas: La cosa es que aquí menciona muchas veces a mi abuelo y de como el día del juicio final saldrá del infierno y acabará con la raza humana y por eso me parece extraño que mi padre haya sido un humano.
Samael: Si, muchos de sus señores se oponían a su coronación, lo consideraban indigno de ello. Y aunque se haya convertido en demonio, aún conserva cierta humanidad, es un caso particular.
En ese momento, Belafast se encontraba paseando frente al lugar en donde estaban conversando su hijo Leartnas y su mano derecha y mejor amigo Samael.
Samael: Es casi como el hijo de Yavhé ya que no es ni hombre ni demonio pero es hombre y demonio a la vez.
Leartnas: ¿Y cómo conoció a mi madre? Digo, en todos los libros que he leído de las familias del infierno y ninguno de ellos menciona a la casa Dow y no creo que su apellido se haya extinguido pues según la ley de la conservación del apellido del 1067 A.C, protege a las casas de que su apellido desaparezca.
Samael: Tu madre también era humana, fue demonizada a partir de alquimia y magia. Es prácticamente como lo hizo Vlad Drácula, pero aún así ustedes son demonios puros.
Leartnas: Ya veo.
Mientras en el castillo negro, Lucifer llegó dando una grata sorpresa a Satanás, pues desde hace años no se veían.
Satanás: ¡Lucifer viejo amigo!
Lucifer: Majestad.
Satanás: Vamos, levanta hombre no necesitas hacer eso ante mí, además se lo mucho que lo detestas.
Lucifer: No es mi culpa ser tan soberbio.
Satanás: Cierto, pero lo que más me sorprende es que con toda esa soberbia que tienes jamás hayas intentado usurpar el trono.
Lucifer: No soy un traidor, eres mi mejor amigo y jamás te haría algo así. Además de que yo vote a favor de tu coronación, pues a pesar de tu irá eres ideal para gobernar el infierno, pones a los otros antes que a ti y siempre das la cara por todos, eres un gran líder Satanás.
Satanás: Cierto, ¿Recuerdas la batalla del Aguadejade?
Lucifer: Cómo olvidarla, fue ahí cuando Leviatán se nos unió después del asesinato de su esposa. Y fue cuando tú me salvaste la vida de mi hermano Gabriel.
Satanás: ¿Eras tú?
Lucifer soltó una risa la cual fue seguida por Satanás.
Satanás: Lu mi amigo, extraño esos días cuando peleábamos codo a codo. Y aunque los volvería a revivir si pudiera, prefiero el ahora; ya que de cierta manera hay paz, tenemos hijos, y al menos el mío ya tiene hijos.
Lucifer: Pronto yo también sabré lo que es ser abuelo, Norel se ha casado y mi nuera está en espera de un hijo.
Satanás: ¿Y quién fue la afortunada que se quedó con tu hijo?
Lucifer: La segunda hija de Melistofeles. Hestena Filart.
Satanás: Me alegro mucho por tu hijo Lu...
Lucifer: ¿Sucede algo viejo amigo?
Satanás: No es nada, es solo que... Me siento como si fuese a morir pronto, antes de lo que el adivino profetizó el día del juicio final.
Lucifer: Eso es ridículo, consulté a mi adivino y me profetizó que tú y yo peleariamos lado a lado.
Satanás: De todas formas, la guerra viene, cada fibra de mi ser lo presiente, espero vivir para ver al mundo libre de Yavhé.