Can't Stop Loving You [Resubido]

Capítulo II

"La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente"

— Victor Hugo.

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Un joven de cabellos azabaches ingresaba a una preparatoria de Seúl, luego de ser transferido de donde estudiaba, en Daegu. El chico agradecía aquello, porque sus padres iban a mudarse y para cuando se anunció el traslado, empacaron y viajaron a la capital de Corea del Sur.

Y ese día, estaba adentrándose a la institución. Tenía miradas sobre él, claro, por ser el nuevo y como los rumores corren a la velocidad de la luz, era lo más obvio que sucedería.

Él se lo esperaba, por eso ignoraba todo, tanto los murmullos, como esos monton de pares de ojos que lo observaban desde lo lejos.

Caminó hacia la administración para pedir lo que necesitaba. Le dieron sus indicaciones, la bienvenida y un profesor le ayudó a ubicar su aula de clase.

Y así transcurrió la mañana, viendo clases en su nueva preparatoria y dialogando con sus compañeros y profesores. Recibió miles de elogios, porque era un chico muy atractivo al parecer, y vaya, muchas chicas ya andaban detrás de él.

Lee Minho se volvió la celebridad de una de las preparatorias más importantes de Seúl.

En fin, se encontraba sentado en una de las mesas de la cafetería y mientras bebía de su refresco, cortaba una hoja de papel, para hacer un copo de nieve. Dicho lugar, estaba lleno de gente, las mesas estaban ocupadas pero nadie estaba sentado con Minho. El azabache más bien, estaba feliz por eso, porque ha corrido a más de una persona -específicamente chicas- que se han sentado con él, solo por querer coquetearle.

— Di-Disculpa... — Era un chico, lo supo, pero ni siquiera levantó la mirada, se mantuvo atento a lo que hacia con el papel. — ¿Puedo sentarme aquí?, es que...amm... las mesas están ocupadas y nadie me da un espacio.

El pelinegro solo asintió bebiendo un sorbo de su refresco. Vio la bandeja pero no fue más arriba.

Cuando terminó, dejo la tijera sobre la mesa y abrió el papel, mostrando el copo de nieve con cortadas precisas. Y el chico desconocido vio aquello bastante impresionado.

— ¿Como lo hiciste? — Se ánimo a preguntar.

En eso, un suave aroma llego a las fosas nasales de Minho; a colonia de bebé... olía a bebé. Por ello levantó la cabeza y por primera vez observó al desconocido.

Quiso reírse, porque su apariencia era desaliñada y le irradiaba cierta ternura el simple hecho de que tenga el cabello alborotado y unos anteojos redondos como cuatro veces más grandes que sus ojos, los cuales eran bastante pequeños.

— Solo es cortar en zonas específicas el papel y listo. No es gran cosa. — Dobló la hoja y le mostró al chico, que miraba todo con suma atención.

— Oh, ya entiendo... — Sonrió ampliamente, mirando el papel, el cual tenía en sus manos. — ¿Usted es nuevo?, nunca lo había visto.

— Si, ingresé hoy. — Levantó los hombros, apoyando sus antebrazos de la mesa. — Un gusto, me llamó Lee Minho.

— Yo... — El chico sonrió, mirando al contrario. — Hwang Hyunjin.

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— ¡Hyung, saque diez! ¡Tengo la nota más alta del examen! — Llegó corriendo un castaño, sumamente feliz con una cuantas hojas en sus manos.